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'Mucho Amor Nos Une', modelo argentino de solidaridad con los niños con VIH

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Vivir con el miedo constante de que tu vida se va a apagar. Muchos niños VIH positivos sienten no sólo el temor, sino también el dolor por la pérdida de sus parientes. Para hacer su existencia más feliz una argentina ha abierto un refugio. La primera familia argentina que se decidió hace veinte añ
'Mucho Amor Nos Une', modelo argentino de solidaridad con los niños con VIH

Vivir con el miedo constante de que tu vida se va a apagar. Muchos niños VIH positivos sienten no sólo el temor, sino también el dolor por la pérdida de sus parientes. Para hacer su existencia más feliz una argentina ha abierto un refugio.

La primera familia argentina que se decidió hace veinte años a adoptar un chico con VIH vivió una increíble historia de amor que despertó la solidaridad de toda una comunidad. Silvia y Óscar Casas recibieron a Emanuel en su casa en 1990. El afecto y el cuidado que le dieron a Emanuel fueron prolongando día a día su esperanza de vida.

Y Emanuel creció, y fue un chico normal. Emocionada, Silvia recuerda la pasión que sentía su hijo hacia el fútbol. "Llegaba de la escuela y dejaba todo desesperado por irse bajo un árbol para jugar. Yo le decía 'Manu, tenés que sacarte el uniforme antes de ir a jugar al fútbol', siempre recuerdo que me decía '¡Apuradora! ¡No seas apuradora!'", cuenta.

Pero la enfermedad seguía su camino. En 1998, cuando el niño cumplió 8 años, un hongo atacó su cerebelo y en cuestión de semanas su vida se apagó. Tras la muerte de Emanuel, Silvia sintió que podía darle un sentido a su dolor abriendo las puertas de su casa a otros niños como Manu, que también habían quedado huérfanos por el sida. Así nació el proyecto Casa Manu, un hogar especializado en niños huérfanos VIH positivos. El nombre 'MANU' es una sigla que significa 'Mucho amor nos une'.

La idea de Silvia despertó una inmediata reacción solidaria en el barrio. Recibió la donación de una casa y decenas de voluntarios fueron a ayudarla con los 13 chicos que viven en el hogar.

La historia llegó incluso a oídos del entonces presidente de la nación, Néstor Kirchner, que otorgó un subsidio de 80.000 pesos (más de 20.000 dólares), por el que Casa Manu pudo adquirir un gran terreno. Ahora, en pocos meses, se inaugurará la flamante sede definitiva de la asociación.

En Argentina son varios los hogares que atienden el problema de los huérfanos del sida. Desde las diferentes disciplinas los especialistas buscan abordar un tema difícil. La especialista en niños con sida Marcela Scelza dice que "los niños huérfanos del sida enfrentan un doble duelo. El dolor por la pérdida de un ser querido y a su vez el temor de no saber si él va a tener el mismo final".

Se estima que más de 120.000 personas viven en Argentina con el virus del sida y gran parte de ellos son menores de edad que padecen las consecuencias de los prejuicios sociales que aún existen sobre esta enfermedad. Marcela Scelza lamenta que incluso hoy en día "se sigue percibiendo la discriminación. Es muy difícil que un chico encuentre una vacante en el colegio si pone su realidad sobre la mesa. Es muy lenta la concientización de la sociedad sobre la temática del VIH".

La historia de la familia Casas y de otras asociaciones que trabajan con niños huérfanos del sida no alcanza para atender una realidad compleja. Las organizaciones sociales estiman que sólo en Argentina hay unos 10.000 chicos VIH positivos que han perdido a sus padres y que necesitan de toda una red de contención para poder salir adelante en la vida.

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