Una mujer afgana cuya cara fue mutilada por su esposo, un militante del Talibán, ha sido exitosamente operada y su rostro fue recuperado.
Según informa el rotativo The Independent, la historia de Aisha, una mujer de 19 años que pidió mantener su apellido en el anonimato, empezó hace unos 2 años. Un día justo antes de la medianoche, los talibanes tocaron a la puerta de la casa donde se refugiaba tras huir de la casa de su marido. La joven fue obligada a casarse como pago de un asesinato cometido por un primo de su padre.
Según cuenta Aisha, su esposo y sus suegros la pegaban constantemente y la trataban como una esclava; no le quedaba otro remedio que huir de casa. Al encontrarla, su cuñado la sostuvo mientras su esposo sacó un cuchillo con el que primero le cortó sus orejas y luego la nariz.
Tras el hecho, la joven se refugió en una localidad secreta protegida por militares y patrocinada por la organización no gubernamental “Mujeres por las mujeres afganas” en Kabul, la capital afgana.
La noticia de la mutilación de la mujer cruzó el océano y fue publicada en la revista Time, siendo su rostro portada de la misma. Así, la historia de Aisha llegó hasta la Grossman Burn Foundation, una organización caritativa estadounidense dirigida por el especialista en cirugía plástica facial Peter Grossman. La fundación financió el traslado de Aisha y su familia a Los Ángeles.
Tras el feliz desenlace de su horrible historia, a la chica se le entregó el premio “Corazón Fuerte” (Induring Heart), recibido de manos de Maria Shriver, esposa del gobernador de California Arnold Schwarzenegger, informó The Independent.