Mientras que el gobierno estadounidense afirma que la situación económica en el país está mejorando, en Nueva York cada día se forma una fila de decenas de personas sin hogar, que busca tener la suerte de dormir en la cama de un refugio. Este 'premio' es muy importante para quienes cualquier banco o parque de la ciudad sirve de casa, pero no de refugio para la lluvia.
El año pasado, casi 120.000 hombres, mujeres y niños pasaron al menos una noche en el refugio de Nueva York. Es un índice espantoso y el más alto entre los registrados.
Ante dicha situación, unos neoyorquinos decidieron vivir como los que se quedaron sin techo, para entender y mostrar cómo es. Yusef Ramelize, director de la fundación que intenta llamar la atención de la sociedad, trata de ayudar a esta gente por su propia voluntad: “establecí un proyecto según el que durante una semana al año llevo una vida similar a la de una persona sin techo. La mayoría de mis noches fuera acabaron sobre unas cajas de cartón delante de una tienda. Mucha gente está a un paso de convertirse en 'un sin hogar'… y mi intención es hacerles darse cuenta de esta posibilidad”.
Publicando sus experiencias en un blog, Ramelize ha conseguido recaudar miles de dólares para ayudar a los neoyorquinos desamparados.
Hoy en día, en Nueva York hay más de 37.000 personas sin techo, entre ellas unas 15.000 son niños que se ven obligados a dormir en la calle. La ciudad cuenta con 10.000 familias que carecen de hogar y futuro.