Inglaterra: presupuesto cortado, cerebros fugados
Algunos científicos del Reino Unido se trasladan a otros países para continuar con sus investigaciones, interrumpidas por la reducción de la financiación gubernamental.
La recesión global apenas afectó a la investigación científica en el Reino Unido. Eso es lo que afirma el gobierno del país, que pese a la inflación promete que el presupuesto con esos fines para los próximos 4 años sufrirá tan sólo un recorte del 10%. La nación no se puede permitir el lujo de aumentar su gasto en la materia como lo hizo Alemania o Francia.
“Todo el gobierno de coalición reconoce la importancia de la ciencia y la investigación para el futuro de la economía inglesa. De modo que hasta en estos tiempos duros hemos de ahorrar dinero y estamos protegiendo así nuestro gasto científico que será completamente estable durante los próximos 4 años”, dice David Willetts, el Ministro de Ciencia del país.
Por ahora, el Reino Unido sigue siendo uno de los punteros en el campo científico. Sin embargo, su excelente reputación, que se mantiene mayormente gracias a los éxitos de los investigadores de Oxford y otras universidades nacionales de historia centenaria, podría llegar a su fin. Los investigadores británicos están lejos de compartir el optimismo de su gobierno.
“En el tiempo que llevo en Oxford el financiamiento que recibimos como una de las principales universidades del mundo, y uno de los grupos de físicos de partículas más importantes, disminuyó a la mitad, la misma cantidad de personal de apoyo, técnicos e ingenieros que teníamos cuando llegué aquí”, comenta Brian Foster, catedrático y físico de partículas en Oxford.
Foster encabeza un departamento de 30 académicos que trabajan en lo que se considera "la cuna" de la física de partículas en el mundo. Sin embargo, se muda a Hamburgo para poder recibir un millón de euros para sus proyectos y el doble del salario que gana ahora.
Brian Foster comenta: “Todo en Oxford es estupendo, a excepción del financiamiento gubernamental para nuestras investigaciones que se reduce constantemente hasta el punto en que no hay quien pueda seguir haciendo el trabajo que tenemos que hacer, incluso con la mejor plantilla”.
Como otros tantos científicos de renombre, Foster forma parte de la "fuga de cerebros" causada por la falta de apoyo estatal. A Londres le resulta cada vez más difícil cumplir sus obligaciones internacionales ante instituciones como la Organización Europea para la Investigación Nuclear. Y aunque sus eruditos no dejan de acariciar el sueño de contribuir a la gloria de su patria, estos lo hacen trabajando en el extranjero.