Las mujeres hispanas que viven en EE. UU. sufren una 'doble discriminación'

Hay un tipo de inmigrante en Estados Unidos que sufre más que otros. Las mujeres hispanas que residen en este país padecen la denominada 'doble discriminación'.

Emma Violan Sánchez vino a Estados Unidos hace más de 30 años. Llegó con la esperanza de un futuro mejor y finalmente sus anhelos se hicieron realidad. Pero sólo después de haber hecho enormes sacrificios… Emma luchó contra la discriminación por ser hispana y también por ser mujer.

"Yo llegué acá como una inmigrante, sin mi familia, digamos mis padres, sin hablar el idioma, y me di cuenta realmente del dolor del inmigrante, porque es casi como si nos quitaran nuestra piel. Tenemos que volver una vez a nuestra propia identidad (…) Hay personas que tienen privilegios y hay personas que no tienen privilegios”, cuenta Emma, miembro de la Junta Escolar de Arlington.

Luego de tres décadas, ella es una reconocida figura de la comunidad hispana estadounidense. Pero su suerte es muy distinta a la de Laura, que representa la otra cara de la moneda: vino a Estados Unidos para terminar en manos de una pareja abusiva, que la amenazaba con reportarla a las autoridades para que la deportaran si denunciaba los maltratos a los que era sometida.

“Golpes, maltratos, tortura, quemaduras de cigarro, toques eléctricos. Me amenazaban con matar a mi hija y con que a mí me iban a enterrar viva. No tenía dónde ir, sin familia, sin recursos, sin nadie con quien platicar”, cuenta.

Según un reporte del Centro de Avance para los Hispanos, por lo menos el 48% de las mujeres inmigrantes en el país sufren de algún tipo de abuso. Se le ha llamado a este fenómeno 'doble discriminación', porque hay un factor de vulnerabilidad ante la ley, pero también se les menosprecia por su género. Por otra parte, el ambiente anti-inmigrantes en Estados Unidos no contribuye a solucionar esta problemática.

“Creo que una de las cosas que más nos está afectando en este momento es el actual contexto político anti-inmigrantes, que tiene llenos de miedo a las familias y sobre todo a las mujeres. Y sobre todo a las mujeres que están casadas con un hombre de EE. UU, porque ellos dicen que si ellas los denuncian, llamarán al servicio de inmigración para decir que se habían casado con ellos para tener los papeles”, opina Irma Asbun, psicóloga y activista por los derechos de la mujer.

La violencia, el racismo, el temor a las denuncias, factores como el machismo y el chauvinismo son componentes de una historia de nunca acabar, especialmente porque la voluntad de las autoridades no parece ser suficiente como para modificar estos patrones sociales.

El largo y difícil recorrido del inmigrante en Estados Unidos es siempre una lucha por sobrevivir ante la posibilidad de un futuro mejor. Nadie puede negar que mujeres como Laura y Emma sean la personificación del coraje y la valentía.