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Discapacitado de 71 años condenado a 21 años por robar un banco

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En California, un enfermo terminal de 71 años fue condenado a 21 años de cárcel por robar un banco usando una pistola de perdigones y escapar sentado en una silla de ruedas.
Discapacitado de 71 años condenado a 21 años por robar un banco

En California, un enfermo terminal de 71 años fue condenado a 21 años de cárcel por robar un banco usando una pistola de perdigones y escapar sentado en una silla de ruedas.

Peter Barry Lawrence se declaró culpable de haber robado en julio pasado un local de Chase Bank, en San Diego,  y huir con dos mil dólares.

Durante la audiencia, el anciano confesó que perpetró el crimen por desesperación después de que le diagnosticaran una infinidad de problemas de salud.

El abogado de Lawrence, Kenneth Kaminski, dijo que su cliente vio el delito como una oportunidad de evadir su vida en las calles y buscó la máxima sentencia posible. Lawrence sufre de cáncer de colon, enfermedad de Parkinson y diabetes, y no puede ganarse el sostén.

Aunque el juez Jeffrey Fraser puede sentenciar por ese delito desde 35 años hasta cadena perpetua, tomó en cuenta que la carrera criminal de Lawrence comenzó relativamente tarde —a los 58 años— y el hecho de que la actitud del acusado fue muy diferente de la que el juez suele evidenciar en los acusados, especialmente en los reincidentes.

Al otorgarle la condena de 21 años señaló que la ley es para proteger al público y no para proporcionar un programa de jubilación. Agregó que el acusado podrá salir de prisión a los 90 años, edad cuando ya no pueda robar bancos.

Antes del último delito, Lawrence tuvo dos condenas por robos de bancos en 1997 y 1999. Lorenzo habló con el juez durante varios minutos durante la audiencia, explicando que tuvo que renunciar a su trabajo como conductor de un autobús en Arizona debido al persistente dolor en los tobillos. Incapaz de trabajar, dijo que optó por robar un banco porque sabía que estaba asegurado y que recuperaría las pérdidas.

Su salud empeoró en la cárcel, agregó, y necesitaba un bastón para moverse y, eventualmente, una silla de ruedas. Dijo también que ahora sufre de una enfermedad renal.

"Yo no puedo más", dijo el hombre al juez. "Estoy en una situación crítica".

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