Huckleberry Finn y Tom Sawyer, políticamente incorrectos para EE. UU.
Ernest Hemingway pensaba que toda la literatura norteamericana provenía de Mark Twain. Sin embargo, con la actual sobredosis de revisión cultural que padece Estados Unidos, los clásicos como Las aventuras de Huckleberry Finn están nuevamente cayendo en desgracia.
Así, las nuevas ediciones del libro junto con las ediciones de Tom Sawyer saldrán a luz sin la palabra “negro” y otras que describen a la gente de piel oscura que trabajaban para sus dueños blancos. Las palabras que se consideran ofensivas para los lectores serán sustituidos por la palabra “esclavo”. Esta decisión fue tomada tras una discusión que duró años y en donde los críticos de la obra de Twain señalaban no soportar que a lo largo del libro se repitiera más 200 veces la palabra nigger, un término que en la actualidad se considera tremendamente insultante para los negros.
El especialista en la obra y vida de Twain Alan Gribben, que lanzó la iniciativa, se ocupará de revisar el vocabulario y sustituir tales expresiones por la más aséptica "esclavo". Los libros serán editados por la casa editorial NewSouth Books y se producirán 7500 copias.
Gribben señaló que este ajuste es necesario para dar a entender al lector que “el racismo es importante en estos libros” y que él busca una fórmula para "expresarlas en el siglo XXI".
Se conoce que Gribben ha recibido muchos correos electrónicos donde le acusan de profanación de las novelas de Twain. Los contrarios recuerdan que el autor estadounidense escribió ambos libros —que tienen como escenario el estado de Misisipi en 1876 y 1884, respectivamente—, en plena época posguerra civil tras la abolición de la esclavitud en los estados sureños. En ese contexto hay que entender y aceptar el lenguaje.
El famoso autor nacional Roberto Ampuero dejó sus indignados comentarios via Twitter: “¡Eliminan en Estados Unidos la palabra 'negro' de novela Huck Finn, de Mark Twain! Lo políticamente correcto se convierte en censura. ¿Dónde terminará esto?”.
"Aquellos que están haciendo una cruzada [contra Mark Twain] no han leído mucha literatura norteamericana", sostiene el escritor, poeta y crítico Ishmael Reed en un comentario en The Wall Street Journal.
Los críticos ofrecen añadir a los libros amplias referencias históricas. Así, para el año 2011, está previsto editar Las aventuras de Huckleberry Finn con explicaciones especiales de porqué se utilizan estas u otras palabras que caracterizan a la época cuando el libro fue escrito.
Defendiendo su iniciativa, Gribben cuenta que ya durante mucho tiempo estuvo reemplazando las palabras insultantes para otras “neutrales” durante lecturas públicas, y afirma que la gente lo escucha con más interés.
Esta no es la primera vez que el libro se convierte en objeto de persecución. En 1957, la novela fue retirada de la lista de lecturas obligatorias en las escuelas primarias y secundarias en Nueva York. En 1998, los padres de un estudiante del estado de Arizona recurrieron a un tribunal porque el libro estaba en el programa obligatorio. El caso llegó al tribunal federal, pero los padres del estudiante perdieron el litigio.
Con todo el problema, se olvida que Huckleberry Finn es una inteligente sátira contra las relaciones raciales en Estados Unidos durante el siglo pasado; un libro de donde se pueden sacar lecciones aplicables a la vida actual.