En EE. UU. presentan cargos contra la madre adoptiva de un niño ruso
El juzgado de Anchorage, Alaska, ha presentado cargos oficiales contra Jessica Bigley, madre adoptiva de un niño ruso. Se le acusa de emplear métodos inadecuados en la educacción de su hijo de siete años, informa la cadena CBS.
La historia sobre el maltrato del pequeño Daniil salió a flote en noviembre de 2010, cuando Jessica apareció en un espectáculo televisivo contando al público los métdoos de ´educacción´ que aplica a su hijo al que, supuestamente, no podía “controlar”. Bigley explicaba cómo castiga al menor cunado lo cree oportuno: obligándolo a tragar salsa picante y duchándolo con agua helada. Los espectadores del programa vieron las imágenes filmadas por la hija de Jessica en las que aparecía el niño llorando y gritando y su madre, que trataba de enseñarle reglas de comportamiento por métodos a todas luces crueles.
El público condenó rotundamente la conducta de Bigley. Las autoridades de Alaska, a su vez, abrieron una causa penal en contra de la madre adoptiva del niño maltratado.
Durante el proceso celebrado el viernes la fiscal de Anchorage, Cynthia Franklin, declaró que los métodos de educación que Bigley empleaba para con su hijo adoptivo son inadmisibles. La acusada no reconoció su culpabilidad, mientras que su defensa asegura que las acciones de Bigley no pueden ser calificadas de acuerdo con el Código Penal. Conforme a las leyes del Estado de Alaska, el delito del que es acusada la mujer no es muy grave, y en caso de que la reconozcan culpable, puede ser condenada a un año de prisión o a una multa de 10.000 dólares.
Cabe mencionar, que la propia Jessica no estuvo presente en el juzgado, ya que encomendó a su abogado que actuara en su nombre. Daniil permanece con su madre adoptiva junto con su hermano gemelo Oleg, al igual que los cuatro hijos biológicos de Bigley. El abogado de la acusada declaró que ninguno de los hijos de Jessica presenta señales de traumas o heridas, ni ha recibido asistencia médica como consecuencia del maltrato por parte de sus padres.
A principios de esta semana el cónsul ruso del Consulado General de Seattle llegó a Anchorage para estudiar los detalles del incidente. Visitó la casa donde viven los gemelos adoptados junto con el representante de la agencia de adopciones Alaska International Adoptions Agency y estuvo en la oficina local del Servicio de Protección de Menores para discutir la situación de Daniil.
“La Embajada de la Federación de Rusia y el Consulado General siguen con gran atención el desarrollo de la situación. Durante la visita se hizo hincapié en que la crueldad es inadmisible en el trato de los niños rusos adoptados. La familia (los Bigley) fue informada sobre la reacción en Rusia a este caso. El control sobre la situación de los niños adoptados será constante”, señalaron a RIA Novosti los representantes del servicio de prensa de la Emabajada rusa.
El 24 de enero Nikolái Zhúkov, el defensor de los derechos del menor del gobernador de Magadán, donde fueron adoptados los gemelos, comunicó que no se han encontrado fallos en el procedimiento de adopción de los niños por parte de la ciudadana de EE. UU.
Desafortunadamente, los casos de maltrato de niños rusos adoptados por estadounidenses no son raros. Desde 1991, 16 niños adoptados en Rusia han muerto a causa de las torturas que les infligieron sus padres adoptivos en EE. UU. El caso de Vania Skorobogátov, de 7 años, que murió de hambre y de múltiples contusiones en la casa de sus padres adoptivos y el de Artiom Savéliev, que fue enviado solo en un avión desde Washington a Moscú, han provocado la indignación pública. Por exigencia de Rusia, las partes iniciaron negociaciones para elaborar un acuerdo que especifique los detalles de la adopción de niños rusos por padres norteamericanos. El documento todavía no se ha firmado.