La sociedad suiza ha quedado conmocionada por el cruel sacrificio de un perro a manos de las autoridades.
Un animal de tres años fue ejecutado porque su dueña no había cancelado a tiempo un impuesto de casi 40 euros.
Según informan los diarios locales, la mujer había olvidado pagarlo. Sin embargo, los fiscales arrancaron al pobre animal de su hogar sin prestar atención a la mujer que trataba de convencerles de que remediaría la situación y pagaría todo el dinero necesario.
Las acciones de las autoridades en este caso se consideran legales en Suiza, ya que se basan en una ley que existe en el país desde hace ya más de un siglo y obliga a los propietarios de animales a hacer pagos anuales. En caso contrario, las personas autorizadas pueden matar a esos animales domésticos.
Pese a que esta práctica de los organismos de vigilancia no puede ser suspendida, algunos ciudadanos especialmente indignados ya han llegado incluso a amenazar de muerte al alcalde de la ciudad.