Los defensores de los animales están alarmados: el maltrato de animales es una cruel realidad en el país. Muchos no tienen el más mínimo reparo en abandonar a su mascota en la calle. A su vez el Gobierno ruso y varias organizaciones sociales manifiestan la voluntad de hacer todo lo posible para evitar que el maltrato animal se convierta en una tendencia.
Un lamentable caso provocó la indignación y tuvo una gran resonancia en la sociedad rusa: alrededor 300.000 pollos murieron por inanición en una granja avícola en la región de Kaluga, en la parte central de Rusia y fueron además enterrados, incumpliendo también las normas ecológicas.
Y ese no ha sido el único caso, un escándalo similar se produjo en diciembre del año pasado, cuando los propietarios de otra granja avícola rusa eliminaron a millones de polluelos debido a deudas fiscales. El suceso tuvo una gran cobertura por parte de la prensa rusa.
“Se trata a los animales como si fueran escombros, sin derechos. Ésta es la mentalidad general. Además, es muy probable que Rusia vaya por detrás de Occidente en este tema, porque no tenemos una legislación que regule su protección”, dice Irina Novozhílova, defensora de derechos de animales.
En la actualidad, Rusia simplemente cuenta en su Código Penal con una ley que castiga el maltrato de animales. Y lo hace sólo en el ámbito de la caza.
El Gobierno intenta evitar que el maltrato animal sea una tendencia
El Gobierno, a su vez, se compromete a hacer todo lo posible para evitar que el maltrato animal se convierta en una tendencia, y propone varias iniciativas. “Intentamos resolver los vacíos legales sobre la protección de los animales, pero todavía queda mucho por hacer. Para mejorarlo, tenemos un control a nivel federal y regional. Además, a día de hoy Rusia ha declarado ya 140 parques nacionales y zonas protegidas”, comenta el vice jefe del Departamento Estatal de la Protección de Medioambiente, Amirján Amirjánov.
En los últimos años, el Gobierno ha velado por la preservación de especies en peligro de extinción. Así, restringió la caza furtiva de focas en el mar Blanco y en el lago Baikal, donde vive la única especie de foca de agua dulce.
En esta lista de compromisos también se encuentra el tigre de Amur. Rusia invertirá más de 40 millones de dólares para aumentar el número de ejemplares. El primer ministro ruso, Vladímir Putin, participó junto a los representantes de otros doce países en el primer Foro para la conservación del tigre, celebrado en San Petersburgo.
Rusia exige los derechos de los animales
Miles de activistas exigen que haya una declaración de derechos para los animales, esta consciencia social ha llegado ya a los centros de enseñanza. Además, ya son once las universidades rusas que utilizan réplicas y no animales para realizar sus prácticas.
En la Universidad Estatal de Veterinaria de Moscú, hace diez años que dejaron de utilizar a los animales como "conejillos de indias" durante las prácticas de sus estudiantes. La razón es clara: “Si cada estudiante tuviera que coser al mismo perro cien veces o ponerle inyecciones repetidamente, ¿usted se pondría en su piel? ¿Se pondría en manos inexpertas? Por eso mismo utilizamos estas réplicas”, dice Svetlana Kontsevaya, catedrática de cirugía de Academia Médica.
Estos clones artificiales tienen pulso e incluso simulan la reacción que tendría un animal vivo al incubarlo o ponerle incorrectamente una inyección. La situación recrea exactamente el escenario real que los futuros veterinarios se encontrarán en las clínicas.
Son miles los casos de maltrato animal que se registran en Rusia cada año. Sin embargo, con iniciativas como la de esta universidad, que utiliza réplicas no sólo se salvan a miles de animales al año, sino que también se ayuda a cambiar la conciencia social.
La mentalidad del pueblo ruso está cambiando. En el caso de los polluelos, fue la misma sociedad quien se hizo eco de la noticia y ejerció la presión suficiente para que la justicia buscara a los responsables y condenara este tipo de actuaciones.
Todavía queda camino por recorrer. Pero con más de mil organizaciones ecologistas y nuevas iniciativas federales, Rusia está comprometida a que actos como estos no vuelvan ocurrir.