Regresan a Rusia los aventureros rusos que cruzaron dos océanos en un trimarán

Los cuatro aventureros rusos, que cruzaron los océanos Índico y Atlántico en un trimarán neumático, han vuelto a la ciudad rusa de Novosibirsk, situada en Siberia. Los navegantes fueron recibidos con gritos, aplausos y flores.

Navegaron aproximadamente 12.500 kilómetros desde la isla Mauricio hasta la ciudad brasileña de Fortaleza; tardaron 103 días en realizar esta travesía. Los últimos 6.000 kilómetros, desde la costa oeste de África los hicieron sin tocar tierra.

Como es lógico en toda aventura que se precie no faltaron los infortunios, tuvieron días muy duros, cuando, por ejemplo, hallaron agujeros en el casco de la nave y tuvieron que inventar algo para repararla. Usaron partes de cucharas, pegadas con los trozos pequeños de goma para solucionar el problema.

Luego, al conectarse con los especialistas en Rusia, tuvieron conocimiento que estaban navegando por aguas con una alta actividad de tiburones, quienes aparentemente contribuyeron a la creación de los agujeros. Hablaron muy contadas ocasiones con tierra: tuvieron que ahorrar la energía de los acumuladores de los móviles. Durante los tiempos de calma cantaban canciones, observaban las puestas y escribían notas.

No ha sido el primer viaje de la nave: su capitán, Anatoli Kulik, empezó la circunnavegación en el año 2008, y ahora para finalizarla solo le falta pasar la última parte: el océano Pacífico. El equipo, aunque acaba de llegar a tierra firme, ya ha comenzado a planificar esta nueva aventura.