El Gobierno de Jamaica evalúa la despenalización de la marihuana
Un grupo de seis ministros jamaicanos del gabinete del primer ministro laborista Bruce Golding revisará las recomendaciones de un informe de la Comisión Nacional sobre la despenalización de la posesión de pequeñas cantidades de marihuana para consumo personal y por motivos religiosos en el país.
La comercialización de productos relacionados con la marihuana en los que aparece la bandera de Jamaica genera una amplia fuente de ingresos para este país debido a que es el mayor exportador caribeño de esa hierba a Estados Unidos.
Sin embargo, tanto la comercialización como el uso de la marihuana en Jamaica están prohibidos, a pesar de que es ampliamente tolerado en público.
Académicos y doctores que forman parte de la Comisión hacen hincapié en que la marihuana se "arraigó culturalmente" en Jamaica y que su uso moderado no tiene efectos negativos en la salud en la mayoría de los consumidores.
En su informe los expertos expresaron la esperanza de que los legisladores puedan relajar las leyes contra el consumo personal de marihuana, aunque exhortan a la lucha contra los cultivos de hierba a gran escala.
El documento propone concebir como ritual y parte de la tradición el consumo de hierba, que es utilizado principalmente por los practicantes de cultos sincréticos.
Los seguidores del movimiento sociocultural y religioso Rastafari aseguran que fumar 'ganja' (marihuana) es un sacramento que los acerca a la divinidad, mientras que los habitantes normales y corrientes de la isla aplican recetas de infusiones de marihuana para aliviar dolores de todo tipo.
"Ha habido muchas personas que son fumadoras de 'ganja' durante toda su vida y que nunca han consumido drogas más poderosas", señaló Webster Edwards, uno de los miembros de la comisión. "Despenalizar muy pequeñas cantidades permitirá que la gente no sea atacada por el sistema de Justicia".
Muchos esfuerzos previos para legalizar el consumo de marihuana en pequeñas cantidades fracasaron debido al miedo que tienen los funcionarios de violar tratados internacionales y generar sanciones de Washington.