En Ciudad Juárez los niños juegan al narco y sueñan con matar a los asesinos de sus padres
Uno de los peores dramas de la urbe mexicana Ciudad Juárez, donde la violencia de los cárteles posee todos los ingredientes de las películas de Hollywood, es el drama que viven los menores. Ciudad Juárez es el lugar en el que perecen y se quedan huérfanos miles de niños y es el lugar en el que los niños juegan a los narcos.
Niños enterrando a niños
No hay estadísticas oficiales sobre los niños que han resultado víctimas mortales de la violencia de los narcos en la urbe, solo algunas cifras aproximadas. Según Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), una organización no gubernamental que sigue la problemática de cerca, en los últimos cuatro años han muerto más de 1.000 niños y adolescentes. "[Los datos existentes] solo pueden ofrecer tendencias de la violencia contra la niñez mexicana", dijo el defensor de derechos a la agencia alemana DPA.
"A veces, hasta que las autoridades retiran los cadáveres pasan horas y las mamás se acercan con sus hijos a ver el espectáculo como si fuera una película en la que lo único que falta son las palomitas de maíz", dice la famosa periodista y bloguera española Judith Torrea, que lleva años viviendo y trabajando en Ciudad Juárez.
En su blog 'Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico' Judith Torrea describe cómo asistió a los funerales de 16 jóvenes ejecutados recientemente en una fiesta estudiantil. "Sus amigos los entierran. Son niños enterrando a otros niños. Tienen entre 13 y 19 años, más o menos como los ejecutados […]. Están más cerca de la niñez, por su inocencia, que de la adolescencia", escribe.
"El enterrador Manuel Cano, de 40 años de edad, tampoco tiene palabras. Son sus ojos llenos de lágrimas los que dibujan su sentir. 'Ciudad Juárez está masacrada. Es una ciudad fantasma. Ya no hay futuro', comenta mientras va a cerrar otra tumba de las 7 situadas en hilera", resume en el blog.
¿Con qué sueñan los niños huérfanos de Ciudad Juárez?
Desde el inicio de la denominada guerra contra los narcos, en los enfrentamientos entre narcotraficantes y los operativos antidroga en la ciudad han sido asesinadas alrededor de 7.000 personas. Teniendo en cuenta que la mayoría de los muertos tiene entre 17 y 35 años, y que en México las familias tradicionalmente tienen un promedio de 3 hijos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos calculó la cifra media de niños que se han quedado huérfanos en la urbe. Según Gustavo de la Rosa, un miembro de la Comisión, por lo menos 12.000 niños han perdido a uno o a sus dos progenitores.
¿Con qué sueñan los niños huérfanos de Ciudad Juárez? ¿Cuál es su futuro? Gustavo de la Rosa dice que a los niños, cuyos padres cayeron víctimas de la guerra contra los narcos, les llena el "odio y deseo de venganza contra el que mató a sus papás".
"Los niños se han convertido en testigos de los asesinatos. Algunos de ellos se disputan con sus amigos el número de muertos que han visto y en los recreos de la escuela juegan a ser sicarios", comentó a RT la periodista Judith Torrea.
En el lugar donde existe un clima de violencia generalizada, donde abundan las balas perdidas, los ataques directos y las masacres juveniles es devastador el impacto psicológico en los menores y se desvía su desarrollo adecuado, haciendo que en unos crezca la agresividad y en otros el temor por su seguridad.
"Los niños se vuelven a orinar en la cama, no quieren dormir solos, por los nervios y los altos niveles de estrés les da colitis y hasta les surgen otras afectaciones", dijo Lourdes Almada Mireles de la Mesa de la Infancia del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Social de Ciudad Juárez.
Otro problema es la agresión. Una representante del Centro Familiar para la Integración y el Crecimiento de Ciudad Juárez contó que a su centro a menudo acuden parientes de los niños que están obsesionados con matar a los asesinos de sus padres. Por ejemplo, un chico de seis años, Jorge, sueña con "comprar un cuerno de chivo" para vengar a los que mataron a su padre. Otro niño pidió llenar una alcancía para comprar una bomba y "ponerla en el canal de televisión en el que mostraron la cabeza degollada de su papá", dice Silvia Aguirre, fundadora de este centro.
La guerra contra los narcos ya ha tenido bastantes éxitos: se han decomisado toneladas de drogas y se ha atrapado a los cabecillas de los cárteles de narcos más poderosos. La pregunta es si se mantendrá el éxito a largo plazo ya que los niños que juegan hoy a ser sicario crecerán con grandes perspectivas de trasladar sus juegos infantiles a la realidad.