Ciertos rasgos comunes tienen las catástrofes nucleares más graves de la historia, la de la central rusa de Chernóbyl (1986) y la nipona de Fukushima-1 (2011), a pesar de que les separa un intervalo de 25 años.
POLÍTICA INFORMATIVA DE LAS AUTORIDADES Y EVACUACIÓN
Chernóbyl
A pesar de que Mijaíl Gorbachov ya había iniciado la época de la Perestroika y Glásnost, es decir, de la libertad y transparencia de la información, las autoridades soviéticas se abstuvieron de avisar la población acerca de la escala real del evento nuclear en la central de Chernóbyl. Por el contrario, hicieron todo lo posible para acallar los rumores entre los residentes de la localidad de Prípiat, ubicada a tres kilómetros de la central, que durante la noche vieron llamas en la planta.
El primer anuncio sobre lo sucedido en el bloque 4 fue hecho 36 horas después de la catástrofe. El 27 de abril por la mañana se informó acerca de un accidente en la central, así sin más, y la muerte de dos empleados. Sobre alguna posible amenaza radioactiva no se dijo nada. Tampoco se habló de tomar medidas preventivas tales como cerrar ventanas, no salir a las calles, tomar fármacos con yodo y lavarse las manos. Según posteriormente afirmaron las autoridades, su objetivo al mantener silencio fue evitar el pánico.
Aquel mismo día la radio de Prípiat declaró que los residentes de la ciudad serían evacuados por tres días. A pesar de que las rutas de evacuación fueron elaboradas tomando en cuenta la trayectoria de la nube radioactiva, los habitantes de otras regiones no recibieron ningún aviso acerca del peligro nuclear.
Los residentes de Prípiat fueron avisados de no llevar consigo muchas cosas y dejar a sus mascotas. La instrucción tenía dos objetivos: no generar pánico y no transportar objetos radioactivamente contaminados fuera de la zona.
La gente hacía colas enormes al aire libre para atravesar los puntos de control, les hacían salir de los coches y buses: también estaban contaminados y no podían cruzar la "frontera". Los casos más graves sucedieron cuando los oficiales a cargo del control no permitían salir a las ambulancias y no había posibilidad de colocar a los enfermos en otros vehículos.
El 28 de abril, día cuando en Suecia se registraron lluvias radiactivas, se hizo público un breve informe de cinco líneas preparado para los países de Occidente que decía que en la central de Chernóbyl había ocurrido un accidente, estaba afectado uno de los reactores y se estaban tomando todas las medidas necesarias para liquidar las consecuencias. En los medios de comunicación soviéticos, mientras tanto, aún no aparecía ninguna información sobre alguna amenaza nuclear.
El 1 de mayo, residentes de ciudades ucranianas y bielorrusas salieron a las calles a participar en los desfiles dedicados a una de las fiestas más populares de la URSS— el Día de los Trabajadores— sin sospechar que corrían peligro; muchos resultaron con sobredosis de radiación.
Solo dos semanas después del accidente, cuando logró reducirse el incendio en la central y, respectivamente, el volumen de la propagación radioactiva, las autoridades soviéticas hicieron públicas unas cifras "más reales".
La población fue evacuada desde una zona de 10 kilómetros alrededor de la planta. Luego, comenzaron una evacuación de residentes dentro de una zona de 30 kilómetros. Entre 1986 y 1991 fueron evacuados 163.000 ucranianos.
Fukushima-1
Las autoridades japonesas sufren críticas por no hacer transparente toda la información disponible acerca de la situación en la central y por no reaccionar con la rapidez necesaria al evento. Son criticados también por tardar en anunciar una zona de exclusión alrededor de la central y por demorarse en aumentarla hasta los 30 kilómetros y para seguir las recomendaciones internacionales y ampliarla incluso más.
En tanto, los Gobiernos de diferentes países del mundo son criticados por no entregar datos referentes a la trayectoria de la nube radioactiva.
Al ser declarado el estado de alerta el 11 de marzo, fue evacuada la población dentro de una zona de 3 kilómetros alrededor de la planta nuclear. Al producirse las explosiones y calcularse aproximadamente el nivel de amenaza nuclear fueron evacuados todos aquellos residentes dentro de un radio de 20 kilómetros de la central. Más tarde, la zona de exclusión fue ampliada hasta los 30 kilómetros y se declaró evacuación voluntaria para la zona dentro de un radio de 40 kilómetros de la central.
Durante un mes y medio fueron evacuadas alrededor de 320.000 personas.
Por temores a la radioactividad, las autoridades de Japón decidieron no evacuar desde la zona de exclusión de Fukushima unos mil cuerpos —para enterrarlos— de aquellos muertos por el tsunami.
Los refugiados deben pasar un control radioactivo y obtener un certificado oficial que confirme que están "limpios", en caso contrario, les pueden rechazar asistencia social.
LEER LA PARTE I: DISEÑO, QUÉ PASÓ
LEER LA PARTE III: LABORES DEL RESCATE Y VÍCTIMAS, NIVEL DE CONTAMINACIÓN
LEER LA PARTE IV: LA COMPOSICIÓN DE FUGA RADIOACTIVA Y SUS CONSECUENCIAS