Este lunes Israel recordó a los 6 millones de judíos que parecieron exterminados por el régimen nazi y sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), lo que constituye uno de los episodios más oscuros de la historia de la humanidad.
A las 10:00 de la mañana (hora local) durante dos minutos se pudieron escuchar las sirenas antiaéreas, que paralizaron cualquier actividad en el país. Así la mayoría de la población israelí se puso en pie, los transeúntes se detuvieron en las calles, los conductores se bajaron de sus vehículos, inclinando sus cabezas durante este rito anual como muestra de respeto a la memoria de las víctimas de la 'Shoá' (Holocausto, en hebreo).
El comienzo de la jornada nacional en recuerdo a las víctimas lo dieron seis supervivientes, quienes encendieron unas antorchas en el museo del Holocausto de Jerusalén este domingo. Desde entonces la ceremonia solemne fue marcada por la emisión televisiva de numerosos reportajes y películas sobre el Holocausto.
Las autoridades del país, a su vez, asistieron a la ceremonia de la ofrenda floral en el monumento nacional que recuerda la matanza. Otro evento importante del día fue la lectura en el Museo de Jerusalén del Yad Vashem, institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto, en una ceremonia en la que participó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, así como destacados dirigentes del país.
“Toda persona civilizada en el mundo, cada uno que dice que ha aprendido la lección del Holocausto debe condenar clara e inequívocamente a los que llaman a destruir el Estado de Israel”, anunció el primer ministro de Israel en la institución, donde posteriormente se ofició el principal servicio religioso.
Mientras que Israel fijó esta fecha (2 de mayo) como el Día del Holocausto, de acuerdo con el calendario hebreo, en los países occidentales esa conmemoración tiene lugar el 27 de enero, día de la liberación del campo de Auschwitz por las tropas soviéticas.
De esta forma y durante seis décadas desde la creación del Estado, Israel rinde homenaje a los seis millones de judíos muertos en los guetos y campos de concentración nazis como una política destinada a acabar con el judaísmo europeo. El genocidio concluyó en 1945 con la derrota de la Alemania nazi. Sin embargo, el exterminio de casi un tercio de la población judía en el mundo persiste como algo vigente en Israel.