Violación en un nuevo caso de agresión contra menores rusos adoptados
Un nuevo caso de violencia contra un menor ruso adoptado por estadounidenses ha salido a la luz y ha llegado a conocimiento de las autoridades de Rusia sólo gracias a que la defensa del acusado de cometer esos delitos presentó un certificado de nacimiento falsificado.
Se trata de un caso de violación de una chica de 15 años por parte de su padre adoptivo. El crimen se produjo en marzo de 2010. La profesora de Ksenia -nombre de la menor- notó algo extraño en el comportamiento de la chica. En un principio la adolescente no quiso hablar sobre la razón de su estado anímico, pero al tener una sesión con el psicólogo del colegio contó que había sido víctima de violencia sexual por parte de su padre adoptivo.
La policía detuvo al agresor y empezó la investigación del caso. Un año después de que se iniciara el proceso judicial la defensa del arrestado presentó al juzgado una copia de la partida de nacimiento de Ksenia, según la cual la menor había nacido en 1993 y por lo tanto tenía 16 años cuando ocurrió el incidente, aunque en el documento original figuraba el año 1994. El procesado asegura que el acto sexual se realizó con consentimiento y, conforme a las leyes del Estado de Georgia, donde se cometió el crimen, el acusado podría enfrentarse a una condena menor si eso se probara y si la víctima ya hubiera cumplido los 16 años en el momento de los hechos.
Dado el baile de fechas en los documentos presentados, la Fiscalía envió a las instituciones rusas una solicitud para poder verificar la fecha del nacimiento de la menor. De esta manera las autoridades rusas tuvieron conocimiento del suceso y se descubrió que la copia de la partida de nacimiento presentada por la defensa del presunto violador era falsa.
Actualmente la muchacha vive en un orfanato en EE. UU. donde está recibiendo tratamiento psicológico, mientras continúa con sus estudios.
Cabe mencionar que Ksenia fue adoptada en una ciudad siberiana en 2001 y vivió ocho años con su madre adoptiva y cuatro hermanos. Al pasar este período, la madre la dejó con la familia de su hermana menor por razones desconocidas, y con ella permaneció 11 meses, durante los cuales tuvo lugar la presunta violación.
Las autoridades rusas se muestran muy preocupadas por los numerosos casos de violencia y maltratos contra los niños adoptados por ciudadanos de EE. UU. y subrayan la urgencia de firmar un acuerdo a nivel gubernamental entre ambos países que obligue a las instituciones competentes norteamericanas a establecer un mayor seguimiento sobre las condiciones de vida de los niños rusos en el territorio de EE. UU. y a presentar los informes correspondientes.