Por culpa de la prolongada crisis financiera que invadió España y toda Europa no hay trabajo para los inmigrantes, que empiezan a buscarse la vida fuera del viejo continente, y en estas condiciones Brasil se convierte en uno de sus destinos preferidos junto con Estados Unidos y Argentina. Brasil tiene la economía más poderosa de toda América Latina, en 2010 alcanzó un PIB de 2.100 millones de dólares y se convirtió en la séptima economía más grande del mundo.
Desde la década de los noventa, y especialmente entre 2003 y 2007, España ha recibido decenas de miles de inmigrantes, la mayoría de los cuales provenía de América Latina. A principios de enero de 2011 en el país había casi 6,7 millones de personas de origen extranjero, un millón de los cuales había obtenido la ciudadanía española.
Sin embargo, en 2010 la situación cambió. Por primera vez en los últimos 35 años la cantidad de gente que salió de España superó a los que entraron en el país. Entre estos últimos había 90.000 españoles que tampoco pueden encontrar trabajo en su propio país. Mientras los inmigrantes iberoamericanos que vuelven a su continente natal en su mayoría tienen un nivel de formación bajo, muchos españoles que se marchan a Sudamérica recibieron educación superior.
En Brasil con su economía e infraestructura en desarrollo hacen falta especialistas cualificados. Hacia allí se dirigen arquitectos, ingenieros, informáticos, médicos, biólogos y otros profesionales. En cuanto a los inmigrantes que llegaron a España para ganarse la vida, suelen trabajar en las esferas de la construcción y los servicios, que fueron los primeros en hundirse al comenzar la crisis y no se han recuperado todavía.
América Latina presenta oportunidades infinitas ahora pero asusta por su inestabilidad política y su falta de seguridad: estos son los dos factores más importantes que todavía previenen a muchos latinoamericanos de volver a su patria. Por otro lado, en un país tan atractivo para las inversiones como Brasil también es problemático crear una empresa propia por culpa de su restrictiva legislación.