Una madre deja morir a su bebé porque no cree en la medicina tradicional

Yulia Mikova, una mujer rusa de 32 años, nunca creyó en la medicina tradicional e intentó siempre buscar medidas alternativas que no estuvieran relacionadas con los métodos convencionales de atención sanitaria. De hecho, trajo al mundo a su hija Asya sin la asistencia de un profesional. Practicó lo que se denomina un parto en casa. Pero su negativa de acudir a un doctor fue solo el comienzo de una historia que ha conmocionado a la opinión pública en Rusia.

"Ellos no hicieron nada con el bebé, no la pesaron ni la vacunaron recién nacida. No tenemos ningún documento, ni carta del seguro médico, ni el certificado de nacimiento", cuenta una enfermera.

La tragedia ocurrió cuando toda la familia viajó a la provincia de Vladímir, a 120 kilómetros de distancia de Moscú, para visitar a sus parientes. Fue en ese momento que la salud de la pequeña Asya comenzó a deteriorarse. Pero los padres encontraron un remedio 'casero' para ayudar a su hija.

Con solo 3 meses de vida la pequeña Asya enfermó gravemente y su madre consideró que la medicina convencional no le proporcionaría una cura. Por lo tanto, buscó en internet una solución, y le aplicó diversos remedios caseros sin consultar a un especialista.

Desconocidos en la red ofrecen cuestionables consejos y recetas supuestamente curativas. Los padres decidieron recurrir a un centro de atención solo cuando la niña empeoró, pero ya era demasiado tarde. "Estaba muy pálida. Durante el examen no reaccionaba. La respiración era débil. La niña no podía respirar en estas condiciones. Y yo escuchaba un ruido grave en sus pulmones. Esto podía significar solo una cosa: insuficiencia respiratoria de último grado", sigue contando la enfermera.

La neumonía terminó por apagar la vida de la pequeña. Pero la causa de su muerte al mismo tiempo sacó a la luz esta historia, ya que los consejos que pedía su madre en la red atrajeron la atención pública sobre el caso.

Dmitri Aivozian, abogado de la Liga de los Pacientes, expresa su opinión sobre lo sucedido: "Si vamos a tomar en cuenta lo que se escribe en internet, tenemos que ser muy cuidadosos. La gente a veces tiene miedo de ir a un hospital. Pero la cantidad de riesgos que aparecen cuando una madre da a luz en casa es mucho mayor que cuando lo hace en un centro especializado, porque ahí hay médicos cualificados que harán un buen trabajo, incluso cuando no hay suficientes instrumentos".

Hoy, el destino de Yulia Mikova está en manos de la justicia. Se le imputa el delito de homicidio imprudente. Sus creencias la llevaron a pagar un precio altísimo que está a punto de ser mayor si se le condena a los dos años de cárcel con los que se castiga este crimen, y peor aún si pierde con ello el derecho de cuidar a sus otros dos hijos.