Un ejemplo de desprecio a los derechos humanos se registra en Arabia Saudí, el único país del mundo donde una mujer puede ser detenida por conducir un automóvil. En las leyes de este país no figuran normas que prohíban este derecho a la población femenina, pero reglas religiosas les impiden la realización de esa actividad básica.
Los últimos días la policía saudí ha detenido a cinco mujeres de entre 21 y 22 años por manejar su automóvil. Las detenciones se produjeron en Jeddah, la segunda ciudad más grande y el principal centro comercial del país.
"Si la policía opina que estas detenciones podrán parar lo que ha sido un paso importante en la lucha por los derechos de la mujer, está muy equivocada. Al contrario, las detenciones estimularán más a las mujeres a conducir", publica un sitio web de mujeres activistas saudíes.
A mediados del mes de junio cerca de cincuenta mujeres del país árabe, inspiradas por los levantamientos de Túnez y Egipto, lanzaron una campaña para protestar contra la violación de su derecho de conducir. Muchas de ellas condujeron en público para llamar la atención de la sociedad y del Gobierno sobre esa desigualdad.
En mayo en la ciudad de Al Jabar, en el este del país, fue detenida la activista más enérgica del movimiento, Manal al Sherif, de 32 años, por haber conducido su vehículo. Después de pasar unos días en la cárcel por haber "mancillado la reputación del reino de Arabia Saudí", la mujer convocó una acción de protestas en las redes sociales. Con las palabras “Voy a conducir mi automóvil” la activista animó a otras mujeres que sufren la discriminación.
Unos días después de este incidente, la secretaria de EE. UU., Hillary Clinton, expresó su apoyo a la campaña de las automovilistas que protestaron en las calles de Arabia Saudí y calificó sus acciones de valientes y correctas. “Estoy conmovida por la campaña de las mujeres saudíes y las apoyo”, dijo en un comunicado. Asimismo, señaló que no piensa entrometerse en los asuntos internos del país árabe.