El escándalo de las escuchas telefónicas ilegales en el Reino Unido ha tomado un giro inesperado después de que el tabloide sensacionalista del magnate Rupert Murdoch, News of the World, fuera acusado de haber 'pinchado' el buzón de voz de una estudiante asesinada en 2002.
Se trata del caso de la adolescente Milly Dowler, una joven de 13 años que fue secuestrada en marzo de 2002 cuando volvía del colegio en el condado de Surrey. El cuerpo de la estudiante no apareció hasta seis meses después a 25 kilómetros de su casa. Finalmente, el pasado 23 de junio Levi Bellfield fue condenado a cadena perpetua al ser hallado culpable de su asesinato.
Cuando se inició su búsqueda un investigador privado que trabajaba para el periódico accedió presuntamente al sistema de correo de voz de Milly.
La acusación asegura que el detective incluso borró varios mensajes de su teléfono para ganar memoria y escuchar otros, lo que hizo creer a los padres que su hija estaba viva y perjudicó seriamente la investigación del caso.
Cameron califica de "horroroso" el caso de Milly Dowler
David Cameron, el primer ministro británico, se manifestó profundamente conmovido tras escuchar la denuncia y reclamó una minuciosa investigación policial. "Si la acusación es cierta, este es un acto verdaderamente horroroso y espantoso", sostuvo el político, instando a la policía a investigar el caso "de la forma más enérgica" posible.
El líder de la oposición, Ed Miliband, indicó a su vez que se trata de "una mancha en el carácter del periodismo británico", así que debe ponerse en marcha "una adecuada investigación sobre la cultura que permitió que estas cosas ocurrieran".
No sería la primera vez que News of the World incurre en métodos de espionaje. Así, en febrero de este año un importante número de personalidades destacadas del Reino Unido, entre las cuales se encuentran figuras del deporte y asistentes de la realeza, fueron sometidas a escuchas telefónicas por culpa de la desmesurada e ilegítima actividad informativa del tabloide.
Entonces la compañía admitió oficialmente lo sucedido y pidió públicamente disculpas por las escuchas telefónicas a 8 personas, entre las que estaban incluidas la actriz y modelo Sienna Millar, la exministra laborista Tessa Jowell y su exmarido el abogado David Mills.