Los activistas del 15-M ayudan a frenar desalojos por impagos
Los indignados del movimiento español 15 de mayo están listos para empezar su marcha desde Madrid hasta Bruselas en señal de protesta contra el sistema económico, político y social. Los activistas, que incluso consiguen evitar muchos desahucios por los impagos, afirman que sus medidas son legítimas aunque no siempre legales.
Los activistas afirman que detrás de cada desalojo hay "un drama familiar" y por esa razón hace semanas decidieron intentar evitar, pacíficamente, todos los desahucios posibles. Con pancartas como "Casa y hogar, derecho elemental", "¡Vergüenza!" o "¡No al fraude hipotecario!" los manifestantes tratan de llamar la atención al problema de los impagos, que desde 2009 ha aumentado en un 300% debido a la crisis.
Antonio, un discapacitado de 55 años, y su madre de 84 años, víctima de una enfermedad terminal que le impide moverse, iban a ser desahuciados por no haber pagado durante dos años a la inmobiliaria el alquiler del piso donde viven.
Esta deuda, según su abogada Guadalupe Bustos, estaba justificada. "Por problemas que tuvieron económicos no pudieron hacer frente al pago de las rentas, y la señora ha tenido diversas operaciones quirúrgicas en los últimos meses y fue ajena a todo el procedimiento de desahucio", explica la letrada.
Ahora, Antonio ya puede pagar las cuotas atrasadas más los intereses, pero afirma que la inmobiliaria promotora ya había decidido echarlos del piso, negándose a negociar. "Hemos intentado negociar a través de nuestros abogados, pero la parte contraria se negaba a recibir ningún dinero... Y hemos conseguido por lo menos parar el desahucio", cuenta Antonio.
Pidieron ayuda al movimiento 15-M y a la plataforma 'Stop desahucios', que han conseguido evitar en unas semanas, decenas de desalojos. Los activistas se concentran en el portal del inquilino que va a ser expulsado, impidiendo que los secretarios judiciales puedan acceder y ejecutar la sentencia. Afirman que su modus operandi puede no ser legal, pero sí legítimo. Así uno de los activistas, que se identifica como Julio, señala que "la legitimidad que establece la declaración universal de los Derechos Humanos dice que todas las personas tienen derecho a una vivienda digna. Si un desahucio tiene que ser forzoso por las razones que sean, primero ha de habilitarse la posibilidad de que estas personas vayan a una vivienda social, es decir, no se las puede dejar en la calle".
Sin embargo, los expertos advierten que es mejor encontrar otras formas que sean legales para evitar los desalojos. Por ejemplo, que los servicios sociales ayuden económicamente o con un hogar a esas personas expulsadas de la vivienda. El abogado José Valero Alarcón, afirma que "evidentemente que se planten 100 personas, 200 personas para impedir ejecutar el desahucio no es la vía. Hay que buscar otras soluciones, bien sea a través de reformas políticas o a través de asuntos sociales para dar algún tipo de cobertura a las personas que están dentro de la vivienda", añade el jurista.
Pero mientras tanto, los activistas siguen tomándose la justicia por su mano. Además quieren pedir la reforma de la Ley Hipotecaria. Lo logren o no, muchos deudores ya luchan a contra reloj por su vivienda.