Arranca en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud con una misa de bienvenida
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que reunirá en la capital española previsiblemente a más de un millón de jóvenes de todo el mundo, comenzó hoy con una misa de bienvenida a los peregrinos en Madrid, en la céntrica Plaza de Cibeles.
En la misa inaugural de la JMJ presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, que comenzó a las 20:00 (hora local), participan obispos y cardenales de todo el mundo que acompañan a los cientos de miles de peregrinos extranjeros en su cita con el Papa Benedicto XVI. "Sentíos como en vuestra propia casa, como en vuestro propio hogar", dijo Rouco Varela, que hizo referencia a las "raíces cristianas" de Madrid, que -dijo- "siguen vivas y vigorosas".
El sumo pontífice Benedicto XVI tiene previsto llegar a Madrid este jueves para una visita de cuatro días. Decenas de miles de peregrinos extranjeros –europeos, latinos, estadounidenses y africanos- que han pasado unos días en las diócesis españolas preparando su encuentro con el Papa, llegaron ya a Madrid en autobuses. Según cálculos de la organización, cientos de miles de jóvenes de casi todos los países del mundo acudirán a la JMJ, que concluirá el próximo domingo con una misa en la base aérea de Cuatro Vientos a la que está previsto que asistan más de millón y medio de personas, de los que casi medio millón de jóvenes proceden de países de América Latina.
Las calles del centro de Madrid pintan una enorme bandera donde el amarillo es el color predominante. “¡Viva el Papa, Viva!” es uno de los gritos más escuchados. El centro del Paseo del Prado, los pasos de cebra o el metro que está casi colapsado, se han convertido en un río humano durante todo el día. El tráfico permanecerá cerrado en algunas calles madrileñas. Hasta la noche de martes los jóvenes podrían asistir a varios actos de preparación como las catequesis con los obispos, o la Fiesta del Perdón que se celebraron en el Parque del Retiro de Madrid y para la que se han habilitado 200 confesionarios.