¿Se puede huir del destino?

¿Destino, casualidad o voluntad divina? Las estadísticas demuestran que en los últimos tiempos los vuelos siniestrados tienen menos pasajeros de lo habitual.

La periodista Guzel Sajípova y el sacerdote Leonid Kartávenko aparentemente no tenían nada en común. Sin embargo, ambos, por una extraña razón, consiguieron evitar la muerte en hechos fatídicos. Guzel y su hija se salvaron de morir en un siniestro aéreo porque no les dejaron embarcar en un avión de una aerolínea rusa que colisionó en pleno vuelo contra una aeronave de carga y que dejó un saldo de 71 muertos.

"Viví una conmoción y posiblemente no hubiera sido así si [el accidente] no hubiera tenido nada que ver conmigo, pero el hecho de que mi hija podría haber volado influyó mucho en mi percepción de lo que sucedió", cuenta.

Por su parte, Leonid se retrasó por ayudar a una anciana y no entró en el vagón del metro moscovita que se vio afectado por los atentados en la capital rusa en 2004.

"Un año y medio después, conservo el boleto del metro como recuerdo del tren que no alcancé", relata. "Por una parte creo que fue una casualidad y por otra como creyente, entiendo que no existen las casualidades".

Casos como el de Guzel y Leonid han sido motivo de estudio por parte de expertos con resultados infructuosos. La ciencia no ha podido dar una respuesta exacta para determinar por qué algunas personas toman decisiones o se les presentan circunstancias que les permite salvarse de accidentes. Se puede hablar de 3 hipótesis que con algo de fundamento tratan de explicar por qué: la intuición, la casualidad y por último la fe religiosa.

Animado a resolver esta gran duda, el escritor estadounidense Stephen King profundizó en el tema y determinó que el cuerpo humano tendría un sistema de vigilancia subconsciente que informaría sobre circunstancias de riesgo.

Viacheslav Klímov, un experto en fenómenos paranormales, opina: "Es un campo informático, lo que Vernadski llamó 'Nooesfera', y allí ya están escritos todos los eventos que pueden suceder y las personas que perciben en nuestro campo informativo sobre lo que va a pasar en el futuro. Es posible que todos seamos capaces de prever y predecir pero la gente está ocupada, tiene una rutina y piensa en muchas cosas al mismo tiempo y por eso no sentimos estas señales".

Pero hay quienes afirman que más allá de un simple presentimiento o coincidencia del destino, la fe religiosa es la respuesta a esta gran pregunta.

El padre Alexánder comenta: "Este tipo de cosas no suceden por casualidad". Si el hombre tiene a Dios en su alma, piensa en un espacio donde hay Dios, en ese espacio ya no hay casualidades. En este espacio lo que existe es la voluntad de Dios y el castigo de Dios".

Un reciente estudio elaborado por un grupo de matemáticos rusos establece que en los últimos 20 años el número de personas que cancelaron sus boletos de avión en vuelos que posteriormente sufrieron un accidente, aumentó en un 18%. No obstante, la ciencia es cautelosa a la hora de hablar del tema.

Anatoli Krichivets, doctor en filosofía, dice: "Hace algún tiempo participé en un tipo de organizaciones que al final demostraron que la ciencia no puede con este tipo de temas. Yo respecto mucho los conocimientos científicos, pero muchas cosas no son tan simples de descifrar".

Hasta que no haya una respuesta lógica, la humanidad seguirá aportando posibles respuestas dentro del terreno de la especulación, como una manera de esclarecer hechos que muchas veces pueden no tener explicación alguna.