Este domingo la plaza de toros Monumental de Barcelona acoge su última corrida en la que se espera la presencia de unos 20.000 aficionados a los toros. Luego, según el alcalde de la ciudad, Xavier Trias, el edificio será utilizado para otros fines públicos, aunque se desconoce para cuáles en concreto.
La historia taurina de Cataluña cuenta con 624 años, casi 100 de los cuales transcurrieron en la actual plaza de toros, construida en 1914. En los últimos años la afición a los toros se ha reducido considerablemente hasta que el Parlamento de Cataluña prohibió este espectáculo. La prohibición entra en vigor desde el 1 de enero de 2012. El único torero que todavía podrá llenar la plaza por última vez es José Tomás, que va a participar en el programa de hoy. Los carteles para este programa monumental fueron diseñados por el famoso pintor español Miquel Barceló.
Los sentimientos respecto al final de la época taurina por parte de los habitantes de Barcelona son muy encontrados. El portavoz de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña (FETC), David Guillem, confesó: "Tengo un sentimiento de irrealidad, no me lo puedo creer, es una sensación parecida a cuando se muere alguien y no lo acabas de aceptar". La Federación está recogiendo firmas para conseguir que se declare a las corridas un Bien de Interés Popular y que se permita su regreso a Cataluña. Mientras tanto, un grupo de manifestantes han protagonizado una protesta frente a la plaza contra la última fiesta taurina que se celebrará allí.