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España: adictos en riesgo por las drogas y la crisis

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En España el aumento de la cantidad de drogadictos provoca preocupación en la sociedad. Los médicos reconocen el bajo nivel de éxito de los programas de rehabilitación que funcionan actualmente, mientras aumentan los temores de que con la crisis económica se reduzca aún más el gasto del Estado en

En España el aumento de la cantidad de drogadictos provoca preocupación en la sociedad. Los médicos reconocen el bajo nivel de éxito de los programas de rehabilitación que funcionan actualmente, mientras aumentan los temores de que con la crisis económica se reduzca aún más el gasto del Estado en programas antidrogas.  

Cerca de un millón de europeos se encuentran bajo tratamiento contra la drogadicción, según un estudio realizado por el Observatorio Europeo de las Drogas.

España, es el tercer país que más droga consume en Europa, sólo superado por Reino Unido y República Checa.

“En el año 2000, venía de hacer perrerías ahí en el mundo, de estar hecho polvo ahí tirado. Me abandonó mi familia, estaba casado y me abandonaron y yo caí en una especie de depresión. Bebía, fumaba, consumía cocaína… A raíz de esto conocí a gente que ya estaba muy dañada, pero yo me identificaba con ellos por todo ese dolor que tenía en el corazón y acabé siendo un yonqui más del barrio de Lavapiés”, contó Carlos, toxicómano rehabilitado.

Durante muchos años Carlos estuvo metido en el mundo de las estupefacientes. Su caso encaja con el perfil del drogodependiente en España: cuatro de cada cinco son hombres, con una edad media de 33 años.

“Porque claro, yo he estado en ese mundo, entonces, ya de lejos muchas veces veo quién hay y cómo es, y yo siempre que puedo, se lo digo:`deja esa vida`”, contó.

Carlos tuvo suerte porque consiguió salir de ese infierno. En su caso, fue con la ayuda de la organización ‘Rehabilitación de Marginados’ REMAR, gracias a la cual, más de 100.000 drogadictos han podido reinsertarse en la sociedad.  

“En los años 80, cuando fue el boom de la droga en España y fue desarrollándose muy rápidamente, la ONG también necesitaba desarrollarse muy rápidamente en su parte económica para poder financiar todos los centros gratuitos y poder atender a las miles de personas que llegaban a REMAR”, relató Gorka Andino Querejazu, administrador de REMAR

Pero el caso de Carlos no es lo habitual. En el país existen centros especializados en tratamiento para los adictos. Uno de ellos es CT Madrid, donde atienden a 200 personas al año, ofreciéndoles tratamientos psicológicos, psiquiátricos y terapéuticos. Tienen una duración mínima de un año y son los propios profesionales los que reconocen que una vez estás dentro de este opaco mundo, es muy difícil salir.

“Cuando se presenta un programa de tratamiento que nos dice que tiene un 86% de éxito, lo que no nos está diciendo es que es probablemente durante el primer año del tratamiento. Según se va avanzando en años de haber dejado de consumir o haber realizado el tratamiento, este porcentaje va disminuyendo. Hasta el punto que a nivel mundial, se estima que no más de un 3% consiguen llegar a cinco años sin haber vuelto a consumir”, explicó José Luis Martínez Hernández, coordinador de CT Madrid.

La creencia habitual es que los estupefacientes es un problema juvenil y que en torno a los 35 años se abandona este hábito. Sin embargo, un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas señala que el 24% de los consumidores tratados en centros de desintoxicación españoles tenía más de 40 años, un 15% más que hace una década. Para asociaciones como la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), que lleva 25 años trabajando en ese campo, la clave está en formar e informar desde la base, a los más jóvenes y cuanto antes, mejor.

“Aquí hay un problema con las nuevas sustancias, las llamadas drogas del ocio. La gente joven se encuentra en un marco en el que es muy difícil decir que `no` a esas drogas, por la gran oferta de consumo. Por eso, es más importante que nunca la educación”, resaltó Ignacio Calderón Balanzategui, director de FAD.

En España la lucha contra los narcóticos no es un tema menor y por ello se cuenta con más de 2.700 puntos de expendio de metadona, casi 500 centros ambulatorios, 130 comunidades terapéuticas y 50 unidades hospitalarias. Pero se teme que con la crisis económica el Estado reduzca el gasto en atención a los drogadependientes.

Los centros de tratamientos contra la drogadicción atienden ahora a consumidores de más edad que hace una década. Se trata de un cambio generacional de consecuencias impredecibles. Y es que los consumidores van envejeciendo y su adicción no cesa. Incluso los propios expertos reconocen el bajo nivel de éxito de los programas de rehabilitación, sólo un 3% pasados cinco años. Siempre queda la esperanza de que este porcentaje mejore en años venideros, pero por si acaso, el mejor tratamiento continúa siendo la prevención en el consumo de drogas, informando y formando a los jóvenes para que permanezcan alejados de ellas.

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