Independencia de EE. UU. aún no es aceptada por los expertos británicos

Legistas británicos siguen opinando que la Declaración de Independencia de EE. UU. fue totalmente ilegítima. Así lo han manifestado durante una disputa sostenida en la Sociedad Filosófica Estadounidense en Filadelfia.

El debate enfrentó a legistas británicos con sus homólogos norteamericanos. Los abogados de la antigua metrópoli sostuvieron, con documentos en la mano, que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, redactada por Thomas Jefferson y sus correligionarios en 1776, “no solo era ilegal, sino traidora en verdad”.

Los expertos en derecho constitucional, que representaban a la parte británica, ofrecieron una conclusión unánime de que los americanos no tenían ningún motivo legal para la secesión. A su juicio, los agravios expuestos en una lista bajo el preámbulo de la Declaración eran demasiado triviales para justificarla. “El principal —ningunos impuestos sin la representación [en el parlamento y el gobierno metropolitano]— no era sino un deseo por parte de los colonos de eludir los gastos de la defensa contra los franceses durante los siete años del arduo conflicto y la guerra”.

Los abogados americanos no compartieron el enfoque textualista de sus colegas del otro lado del Atlántico. Contestaron que la validez de la Declaración fue revalidada por “movimientos de independencia subsecuentes que resultaron apoyados por la opinión mundial como correcto y justo”. Una votación, al término del debate, ‘reafirmó’ la legitimidad de la declaración de independencia del país.

La Sociedad Filosófica Estadounidense, que organizó la disputa, fue fundada como un club de discusión por uno de los padres fundadores de EE. UU., Benjamín Franklin, antes de que las colonias de Inglaterra en Norteamérica se emanciparan, en 1743. Prácticamente todos los miembros domésticos de aquella época firmaron la polémica declaración.