Una pareja británica usó todos sus ahorros para convertir a su pequeña hija de seis años en una "muñeca" e inscribirla en concursos de belleza.
Angela y Tony Bailor aseguran ser muy felices al observar a su hija Mariah desfilar con gracia por la pasarela con su pelo platinado, sus rulos de peluquería y el bronceo artificial. Vestida con un diminuto bikini, con tacones altos y uñas postizas, la niña puede ser objeto de todo tipo de críticas a su alrededor, aunque sus padres consideran que se trata de tan solo el primer escalón hacia el estrellato.
Para que la niña sea ‘la número 1’ y brille más que ninguna en los concursos de belleza, el matrimonio se llegó a gastar unos 48.000 dólares en rituales de cosmética. Además, Mariah desde los 3 años cuenta con un entrenador personal que le enseña a cultivar sus dotes artísticas, desfilar y a moverse sobre la pasarela.
"Estoy tan orgullosa de mi nena sexy de seis años", confiesa Angela, de 41, quien al principio dedicaba todo su tiempo libre para mostrar a su hija cómo se debía posar para encantar a los jueces.
"Estar en el escenario le hizo muy bien a la autoestima de Mariah. Los jueces no le pueden sacar la mirada cuando se pasea por la pasarela y les tira besitos", asegura la orgullosa madre que niega que su ‘obra maestra’ pueda estar siendo objeto de pedófilos por posar en bikini.
Con sus seis añitos Mariah ya ha participado en más de 75 desfiles, tiene 30 coronas y tiene un armario lleno de diplomas y trofeos.
El caso recuerda al de una madre estadounidense que inyectaba bótox a su hija de 8 años "para que la niña crezca bella y pueda vencer en el concurso de Miss Universo".