Los policías del estado de Ohio (noreste de EE. UU.) mataron a tiros a 48 animales exóticos que se fugaron de un zoológico privado después de que el dueño del recinto abriera sus jaulas. Según los resultados de la investigación del caso, los policías se vieron obligados a disparar en defensa propia y de la población.
El accidente tuvo lugar a finales de octubre. Los animales, entre los que había leones, tigres y osos, fueron liberados por el propietario del lugar, que posteriormente se suicidó. Según relataron los propios agentes, tuvieron muy poco tiempo para tomar la decisión mientras los animales trataban de romper las vallas del zoo para salir en libertad.
Uno de los efectivos fue atacado por un oso y otro disparó contra un león que estaba cazando caballos. Un agente dijo que mató a un león que ya había atravesado la valla y se dirigía hacia una carretera y que vio como dos de sus colegas abrieron fuego contra otros de estos grandes felinos que alcanzaron los patios de las casas vecinas al zoo. Las autoridades locales reconocieron que la decisión de los policías estaba justificada ya que trataban de proteger a los ciudadanos de los animales salvajes.
El dueño del zoo, Terry Thompson, de 62 años, aseguró varios días antes de cometer este acto que para él resultaba difícil cuidar de los animales por sus grandes deudas con el fisco y después de haber salido de la cárcel tras una condena de un año por un delito por posesión de armas de fuego. Además, en los últimos tiempos Thompson estaba desolado tras descubrir que esposa le era infiel.