A finales de noviembre, en España empezará a funcionar el Programa de Prevención del Abuso Infantil, que estará dirigido principalmente a las escuelas y a la orientación familiar. Los psicólogos invitados enseñarán a los niños a identificar la manipulación y el engaño del que pueden ser víctimas cuando se comete este delito.
El programa será instrumentado por la Federación Española de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) en colaboración con el ministerio de Sanidad de España y el Consejo de Europa. Según advierten los expertos de la Federación, casi siempre los agresores son vecinos, familiares o amigos de los padres de la víctima, es decir, pertenecen al entorno más cercano del niño. Los agresores no suelen recurrir a la fuerza física, sino que se ganan la confianza del menor con manipulaciones, engaños y amenazas para que el pequeño guarde silencio.
Este silencio “hace posible la continuidad del abuso y produce en el niño un sentimiento de culpa". De este modo, los victimarios consiguen un poder casi omnipresente sobre su víctima.
Los especialistas indican que el abuso infantil tiene una gama muy amplia y puede incluir “desde presiones psicológicas hasta el uso de menores para pornografía" y segun sus cálculos no se denuncia un 80% de los casos.
Mientras tanto, este tipo de agresiones tiene consecuencias graves para la víctima, tanto físicas, como psicológicas. Puede causar trastornos del sueño o de alimentación hasta problemas conductuales.
La organización estadounidense Childhelp, que se dedica a atender a las víctimas de la violencia contra menores de edad, indica que los niños abusados o maltratados tienen una probabilidad 59% más alta de ser arrestados en su juventud que el resto, mientras que la probabilidad de que cometan un crimen violento es un 30% más alta. Y hay estadísticas que muestran que en EE. UU. un 14% de los hombres y un 36% de las mujeres que están presos fueron abusados de niños.