EE. UU. y América Latina, dos enfoques diferentes en la lucha contra la droga
La política de EE. UU. para el combate al narcotráfico es dudosa. Los líderes de algunos países latinoamericanos en varias ocasiones han denunciado que EE. UU. utiliza en realidad la guerra antinarco como una excusa para justificar su presencia militar en la región.
Y es que la agenda que Washington impuso a toda la región en las últimas décadas desatiende el problema de la adicción para centrarse en las campañas militares. La estrategia de Washington no ha dado resultados por la enorme cantidad de personas adictas en ese país. Según un informe oficial de la ONU, EE. UU. tiene solo el 4,5% de la población mundial pero el 45% de los consumidores de cocaína de todo el mundo viven allí. Los especialistas sostienen que el propio mercado estadounidense alimenta al narcotráfico.
Adicción familiar
Cynthia vive en Estados Unidos, el país que tiene el mayor gasto mundial en la lucha contra el narcotráfico dentro y fuera de sus fronteras. Sin embargo, el presupuesto que este país destina a atender la raíz del problema, el consumo de drogas, ha sido históricamente mucho menor. Y esta chica padeció las consecuencias.
Cynthia cuenta que viene de una familia donde todos consumían drogas y se fue de casa cuando era muy joven. A los 15 años vivía en las calles sin medios para mantenerse, de modo que empezó a vender drogas y luego a usarlas, convirtiéndose en una adicta a la heroína y cocaína. Trató de obtener ayuda del Gobierno, pero sin éxito: ellos prefieren gastar dinero en el desarrollo militar y de las grandes corporaciones. También acudió personalmente a varios centros gratuitos de tratamiento, donde le informaron que no la podrían recibir si no tenía documentos.
La economía lo defina todo
"La economía es la que termina definiendo todo en nuestras sociedades actuales”, sostiene Mariano Donzelli, subsecretario de Planeamiento de la Secretaría para la Prevención de Drogadicción de Argentina (SEDRONAR). “Si usted fuera un narcotraficante y tuviera la posibilidad de vender un gramo de cocaína a 50 pesos en la Argentina, que es algo así como 10 dólares, o tiene la posibilidad de venderlo en EE. UU., donde se lo van a pagar 50 dólares... La elección es obvia".
La estrategia estadounidense ha influido además en debilitar las tareas de prevención y asistencia en la zona. Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de Argentina, destaca que ahora en América se efectúa una gran lucha contra el narcotráfico y los narcotraficantes, pero no se presta suficiente atención a la prevención de la drogadicción y la asistencia a los drogadictos, para que haya más equilibrio.
Un reciente informe de la ONU indica que América Central, que se encuentra en medio de la ruta de la cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos, incrementó un 60% sus gastos en seguridad en los últimos cinco años para enfrentar la delincuencia y el crimen organizado. Pese a su enorme cantidad de deficiencias sociales y económicas, la subregión destina hoy casi el 3% del PIB a esta cuestión.
Mientras que en las últimas décadas Washington ha tomado la decisión de enfrentar los grandes temas mundiales, como el narcotráfico y el terrorismo, desde una visión fundamentalmente militar, los resultados han sido negativos. Pero América Latina trata de elaborar una agenda y una estrategia propia que se adapten a las necesidades de la región y que no se rija por los estándares estériles que intenta imponer EE. UU.