Padres asesinos liberados: "Un fiasco de la justicia de EE. UU."

El Ministerio de Exteriores ruso consideró como "una provocadora irresponsabilidad” la sentencia de la justicia norteamericana que condenó a los padres adoptivos del niño ruso Vania Skorobogátov a 16 meses de cárcel y los dejó en libertad condicional en la misma sala de sesiones. De hecho, N

El Ministerio de Exteriores ruso consideró como "una provocadora irresponsabilidad” la sentencia de la justicia norteamericana que condenó a los padres adoptivos del niño ruso Vania Skorobogátov a 16 meses de cárcel y los dejó en libertad condicional en la misma sala de sesiones.

De hecho, Nanette y Michael Craver fueron declarados culpables de un homicidio involuntario y recibieron una condena de entre 16 meses y 4 años de prisión.  Fueron liberados porque ya habían pasado un año y medio de reclusión. No obstante, incluso puestos en libertad, los Craver corren el peligro de volver a estar entre rejas, ya que si infringen la ley, deberán cumplir el plazo máximo de la condena. Asimismo el juzgado les fijó un periodo adicional de prueba de unos cinco años.

Desde Nueva York el vicecónsul ruso, Alexánder Otcháyanov, señaló que la medida que deja en libertad condicional al matrimonio Craver “es inadecuada y leve” y que este tipo de crimen merece “un castigo mucho más severo”. El vicecónsul subrayó que “la muerte de Vania Skorobogátov no fue ‘condicional”, en referencia a la levedad de la sentencia. Según el diplomático, este tipo de sentencias lanzan un mensaje equivocado tanto a la sociedad norteamericana como a la rusa.

Por su parte, el representante del presidente ruso para los Derechos del Niño, Pável Astájov sostuvo que la sentencia sobre el caso de Vania es un “fiasco de la justicia de EE. UU”. 

Astájov, se dirigió a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, solicitando una revisión del caso. “Creo que Clinton tiene que tomar el control del caso de Vania y conseguir que se haga justicia”, escribió en su página de Twitter tras enviar la solicitud correspondiente a la jefa de la Diplomacia estadounidense. Asimismo el defensor de la infancia ruso se dirigió al fiscal general de EE.UU., Eric Holder, solicitando que la Fiscalía del Estado de Pensilvania recurra la sentencia.

Vania Skorobogátov murió el 25 de agosto de 2009 a la edad de siete años en un hospital de Pensilvania a causa de un traumatismo craneoencefálico. El forense que realizó la autopsia declaró que su muerte había sido provocada por los múltiples golpes que recibió en la cabeza. El doctor Wayne Ross, testigo principal que documentó los traumatismos, aseguró que Vania fue golpeado 80 veces. Además dijo que probablemente fue atado y se le había privado de comida.