España está cada vez más endeudada y por si fuera poco el 21,8 % de sus hogares se encuentra por debajo del umbral de la pobreza.
La organización social Cáritas Española alerta que la miseria en España se está "estableciendo y encarnando”. En tan solo tres años se ha duplicado el número de personas que demanda servicios de acogida y asistencia social.
“Están llegando muchas familias cuya cabeza de familia tiene alrededor de 40 años y con varios hijos. Familias que estaban en situación de vulnerabilidad o incluso normalizadas y que el desempleo los ha llevado a recurrir a los servicios y prestaciones de Cáritas u otras instituciones”, dice el representante de la organización, Juan López Jiménez.
La causa principal de esta situación es el endeudamiento debido en gran medida al problema del desempleo. Así puede verse a multitud de vecinos de barrios pobres, indigentes o personas sin hogar que acuden a diario a los baños municipales pagando un precio simbólico.
Sin empleo ni comida
Desde que en el 2008 la crisis económica se hiciera más latente, estos servicios han duplicado el número de sus usuarios.
Los comedores sociales son otra opción cada vez más demandada. Estos centros abren sus puertas a todos y hasta hace unos años, solo asistían a estos lugares las personas excluidas socialmente o en riesgo de serlo, pero ahora los frecuentan también aquellos que se han quedado sin empleo e incluso familias enteras con graves problemas económicos.
Muchos de ellos optan por ‘hacer la compra’ en los contenedores de basura cercanos a los supermercados, cuando sus empleados sacan cada noche los productos que ya no pueden vender, como latas de conserva caducas, lácteos, carne envasada, fruta y verdura maltratada. Aunque también hay quién busca hacer negocio con ello. Todo esto sucede en la capital del país, en donde la mitad de sus ciudadanos confiesa que "no llega a fin de mes".
Algunos se preguntan cómo es que España, la 4ª potencia europea a nivel económico, puede tener a dos de cada diez ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza. Poner fin a esa lacra es el gran reto de su nuevo gobierno.