El dentista estadounidense del estado de Massachusetts Michael Clare fue condenado a un año de cárcel por haber utilizado clips de oficina en las operaciones, en lugar de pernos especiales de metal inoxidable. Además, el médico fue acusado de amenazar de muerte a los pacientes que querían demandarlo ante la Justicia.
Como resultado del 'inusual' tratamiento, algunos de los pacientes de Clare afrontaron graves problemas de salud. Muchos de ellos sufrieron severas inflamaciones a raíz de la infección provocada.
Según el fiscal, dentista utilizaba los clips para reducir los costos de la práctica médica. El mismo hombre se declaró culpable en los delitos que le incriminaron. Aunque la Fiscalía pidió una pena de cinco a siete años de prisión, el juez consideró como atenuante el hecho de que Claire no haya sido condenado antes.