‘Come rico, come sano, come peruano’ para luchar contra la obesidad

En Perú, donde se calcula que más del 50 % de la población es obesa, arrancó la campaña ‘Come rico, come sano, come peruano’, con la cual se busca educar a los ciudadanos para alimentarse lo más sanamente posible.

En Perú, donde se calcula que más del 50 % de la población es obesa, arrancó la campaña ‘Come rico, come sano, come peruano’, con la cual se busca educar a los ciudadanos para alimentarse lo más sanamente posible.

¿Impuesto a la mala comida?

El ministro peruano de Salud, Carlos Alberto Tejada Noriega, fue hace poco el centro de los ataques de la prensa cuando mencionó la posibilidad de introducir un impuesto a la comida 'chatarra' que ha pasado a formar parte de la dieta diaria de los peruanos.

“Entrevistaron al ministro y una de las preguntas pedía su opinión sobre el impuesto a los alimentos 'chatarra' que se ha implementado en varios países. Le pareció una buena idea que podría ayudar a evitar este problema tan grande de obesidad que tenemos y eso fue todo”, explicó Geraldine Maurer, nutricionista y directora de Educación para la Salud.

A partir de este malentendido se publicó que el ministro quería imponer dicho impuesto, lo que abrió el debate sobre la nutrición en el país andino.

La obesidad, mal de la calle

La obesidad tiene su orígen en el consumo de alimentos que contienen mayoritariamente sustancias artificiales, como conservantes, estabilizadores y colorantes que además tienen mucha cantidad de azúcares, carbohidratos y grasas.

Este tipo de comidas se encuentran en muchos comercios, no solo en Lima, sino en todo el mundo.

“La gordura viene de la calle, porque es allí donde se vende comida excesivamente pasada de colesterol y grasas, y es lo que debe controlar el gobierno”, opina Percy Ramos, cocinero peruano.

El debate sobre el impuesto a la comida basura plantea nuevos retos para el gobierno, que deberá enlistar qué tipo de alimentos se considerarán nocivos. Si esto afecta a los anticuchos (brochetas de carne que se venden asadas por doquier) o el agua de chicha (bebida de maíz fermentado) que ya forman parte de la dieta peruana, parece que la medida aunque bien intencionada, no será 'tan saludable' para sus promotores.