El castigo físico en los colegios de EE. UU. está permitido en varios estados. Pero por si este hecho no es ya lo suficientemente preocupante, en algunos centros docentes son los propios alumnos los que fabrican las herramientas para ser golpeados.
Este es el caso del colegio Holmes County High School de la localidad de Bonifay, en Florida. Según confiesa su director, Eddie Dixon, en las clases de trabajos manuales y bricolaje los alumnos se encargan de la fabricación de los llamados paddles, un tipo de pala de madera de unos 40 centímetros de largo.
“No hay sitios donde se puedan comprar, en las tiendas no se venden. Por eso nuestros alumnos los hacen con sus propias manos”, afirma Dixon, citado por los medios norteamericanos.
Florida es uno de los 19 estados donde está permitida la agresión corporal como castigo en los colegios públicos. El primer estado que puso fin a estas prácticas consideradas por muchos como inhumanas fue Nueva Jersey, en 1867. Más de un siglo después siguió su ejemplo Massachusetts, en 1971, el segundo de los estados que, a partir de entonces, empezaron a prohibir este tipo de castigos.
Actualmente en Florida está permitida “la aplicación de la fuerza física moderada por los profesores si es necesario para mantener la disciplina o el respeto de las reglas de comportamiento en el colegio”, según explican algunos medios locales. Gracias a esta legislación, los profesores pueden golpear a los alumnos con esos palos en las nalgas o en las manos.
Según los estudios recientes, más de 220.000 alumnos son castigados físicamente en los colegios por todo el país, a menudo sin el consentimiento de sus padres.