El Papa Benedicto XVI ha oficiado hoy, ante más de 150.000 fieles, la Misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro del Vaticano. En el Mensaje Pascual el Pontífice ha pedido que Cristo resucitado lleve la "esperanza" a varias zonas desfavorecidas del mundo, especialmente a Siria, Tierra Santa, el Cuerno de África, Malí y Nigeria.
La celebración se ha iniciado con el rito del Resurrexit, que incluye el icono de Cristo resucitado y el rito de la aspersión con el agua bendita.
Después de la Misa, el Sumo Pontífice ha ofrecido el Mensaje Pascual, en el cual ha reflexionado sobre la figura de María Magdalena, la primera en "encontrar a Jesús resucitado".
"Si Jesús ha resucitado, entonces ha ocurrido algo realmente nuevo, que cambia la condición del hombre y del mundo", ha dicho Benedicto XVI. Por lo que Jesús es alguien del que "podemos fiarnos de modo absoluto y no solamente confiar en su mensaje, sino precisamente en Él, porque el resucitado no pertenece al pasado, sino que está presente hoy, vivo".
Al finalizar su mensaje, el Obispo de Roma ha pedido a Cristo resucitado que lleve "la esperanza a Oriente Próximo, para que todos los componentes étnicos, culturales y religiosos de esa región colaboren en favor del bien común y del respeto de los derechos humanos".
Finalmente, desde el balcón central de la Basílica Vaticana, ha impartido la bendición Urbi et Orbi, que únicamente tiene lugar dos veces al año, el domingo de Pascua y el día de Navidad, y lo ha hecho en 65 idiomas.
En la felicitación pascual en español, el Papa ha deseado "a todos una buena y feliz fiesta de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de Jesucristo resucitado".
La celebración de hoy pone fin a los ritos de la Semana Santa. El Papa tiene previsto pasar la jornada de mañana, lunes de Pascua, que es festivo en el Vaticano y en Italia, en el palacio apostólico de Castel Gandolfo, al sur de Roma.