Un pueblo español de Tarragona, Rasquera, apoyó en un referéndum la plantación de marihuana en terrenos municipales con un 56,3% de los votos a favor. Se trata de una medida que planteó el Ayuntamiento para combatir la crisis económica.
El resultado de la votación, no obstante, ha quedado lejos del 75%, objetivo del propio alcalde de la localidad, Bernat Pelisa, que prometió dimitir en caso de no alcanzar este mínimo necesario de votos favorables para sacar adelante el proyecto.
En esta línea, frente a la fuerte crítica de la oposición, anunció que "dimitir hoy sería una irresponsabilidad sin orden y una frivolidad", por lo que se emplazó a "hablar con el pueblo" para tomar una decisión al respecto y determinar el futuro del proyecto.
"Mañana por la mañana tomaremos decisiones después de digerir unos resultados" que demuestran que "la gente tiene ahora una oportunidad para salir de la crisis", precisó Pelisa.
El plan que se acaba de votar y cuyo destino se ha quedado en suspenso incluye alquilar siete hectáreas de terrenos a la Asociación Barcelonesa de Autoconsumo (ABCDA) que legalmente plantaría allí cannabis dedicado al autoconsumo con fines terapéuticos. Así, el Ayuntamiento podría recibir 1,3 millones de euros en dos años y permitiría emplear a cerca de 40 personas.
José María Insausti, quien está asesorando al Ayuntamiento de Rasquera en materia legal, explicó que "se trata de una buena solución para la economía". "Si hay otro que tenga una idea mejor que venga", afirmó.
En España el consumo de marihuana en pequeñas cantidades está permitido. Pero la agencia del Plan Nacional sobre Drogas, dependiente del Ministerio de Sanidad, recordó que el cultivo de cannabis, su elaboración y tráfico es ilegal y que la Policía intervendrá tan pronto se plante la primera semilla.