Con motivo del 26º aniversario de la tragedia de Chernóbil, el accidente nuclear más grave de la historia, Ucrania ha anunciado este jueves 26 de abril que comienza la construcción de una nueva cobertura sobre el reactor N4, destruido en 1986. Los diseñadores del sarcófago aseguran que todas las pruebas necesarias han finalizado y que el territorio está preparado para la edificación. Está previsto que las labores se lleven a cabo en 2015.
La obra será de 109 metros de alto y de 150 metros de largo. Se superpondrá al sarcófago ya existente que fue construido en 1986 y en la actualidad se deshace poco a poco: se calcula que dentro de 5 años la cobertura antigua ya no será capaz de detener la fuga de sustancias radiactivas. Ucrania firmó el acuerdo de construcción con varias compañías mundiales en 2007.
Sin embargo, las labores no empiezan hasta ahora. Según Kiev, esto se debe a los retrasos en llegar la ayuda financiera que le habían garantizado en su época varios organismos internacionales. Durante este periodo el precio del proyecto aumentó de los 930.000.000 de euros iniciales hasta 1.540.000.000 euros, más costos 'menores' adicionales.
El problema más difícil a resolver es cómo montar la cúpula solo a 300 metros de distancia del reactor. Para asegurar la falta de daños para los obreros, los ingenieros tuvieron que cubrir 9 hectáreas del territorio con una capa de hormigón de 30 centímetros de grosor. Comentan que así las más de mil personas involucradas en las labores podrán trabajar sin medios de protección radiactiva especiales.
Por debajo de la cúpula se instalará una grúa de 100 metros de altura capaz de levantar cargas de hasta 50 toneladas de peso. Ahora la están fabricando en EE. UU. Está previsto que llegue a Chernóbil a finales del próximo año. Luego por encima de la cúpula se edificará una plataforma desde donde se manejarán los robots que se dedicarán a destruir el sarcófago antiguo y extraer sus restos contaminados por la radiación. Esta parte del trabajo será ya responsabilidad de los especialistas ucranianos.
El nuevo sarcófago no solucionará el problema
Por más impresionante que parezca la obra, también tiene críticas. Según los diseñadores del innovador sarcófago, podrá resistir temperaturas de hasta 700 grados Celsius. Sin embargo, hay expertos que están muy preocupados con esta cifra: insisten en que en caso de un incendio en un espacio cerrado, las temperaturas pueden alcanzar los 1200 grados.
Los diseñadores, por su parte, descartan la posibilidad de que en la cúpula -que es muy ancha- la temperatura incluso en caso de un incendio pueda llegar a este nivel.
Otra característica que provoca críticas es el compromiso de los autores de la obra, que tendrá un período útil de vida de unos 100 años. Según sus opositores, asegurar el lugar durante 100 años no es suficiente, ya que la desintegración masiva de elementos radiactivos empezará justo cuando se acabe este período.
"Me opongo a esta estrategia de construir otra cobertura. No soluciona el problema, sino que lo esconde de la sociedad internacional", comenta Yuri Kostenko, miembro del Comité parlamentario de Seguridad Nuclear. Según Kostenko, aislar las sustancias radiactivas dentro de un sarcófago no podrá frenar procesos químicos en las entrañas del reactor. Acentúa que no es posible predecir qué reacciones en cadena puede desembocar esto.
Socorristas de Chernóbil, ¿víctimas del doble rasero?
Este mismo 26 de abril el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, expresó su gratitud al personal de rescate de Chernóbil. "Muchos socorristas de Chernóbil han perdido allí su salud para siempre. A todos los que salvaron el mundo de una amenaza mortal, una profunda reverencia. Protección social, mantenimiento de salud, mejora de condiciones de vida (…) de las víctimas de Chernóbil es nuestra preocupación diaria", acentuó el presidente ucraniano en su comunicado conmemorativo.
Las autoridades ucranianas estiman que las labores de rescate causaron la muerte de unos 25.000 especialistas ucranianos, rusos y bielorrusos de los 500.000 que actuaron en el lugar.
Mientras tanto, los mismos socorristas de Chernóbil conmemoran este 26 de abril de un modo completamente diferente, con una marcha de protesta por Kiev. Llevan carteles como: "¡Devolved pensiones!" y "¡Poder! ¡Es tu culpa que soldados de 18 años se convirtieran en minusválidos!". El año pasado el Parlamento ucraniano empezó a considerar una ley que suspende los subsidios fijos para los veteranos de Chernóbil y deja la autoridad de determinar su volumen exacto al Gobierno. A partir de entonces en Ucrania no cesan las manifestaciones de protesta.
Catástrofe de 1986
El desastre nuclear de Chernóbil se produjo el 26 de abril de 1986, a la 01:23 de la noche (hora local), cuando explotó el reactor № 4 de la Central. La fuga más activa tuvo lugar durante los primeros 10 días. Unas 190 toneladas de sustancias tóxicas contaminaron el aire. Según los cálculos de especialistas rusos, el volumen del cesio–137 fugado de la central fue 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica de Hiroshima en 1945.
Resultaron contaminados un total de 150.000 kilómetros cuadrados: un cuarto de todo el territorio de Bielorrusia, el norte de Ucrania y el oeste de Rusia, con más de 59.300 kilómetros cuadrados y tres millones de rusos damnificados. El territorio de 17 países europeos también fue afectado de uno u otro modo.
Hasta ahora se desconoce la cifra exacta de víctimas de este desastre nuclear. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa sobre 9.000 víctimas inmediatas entre empleados y habitantes de la región. Aparte, la explosión dejó un saldo de casi siete millones de damnificados y decenas de miles de personas fallecidas posteriormente a causa de envenenamiento por radiación. Hoy en día, los efectos del desastre siguen teniendo resonancia, provocando todo tipo de enfermedades y mutaciones genéticas en los afectados y sus descendientes.