"Si la tasa de descenso continúa, vamos a poder celebrar el Día del Niño hasta el 5 de mayo de 3011, cuando viva el último menor de 14 años en Japón", alerta Hiroshi Yoshida, profesor de economía en la Universidad de Tohoku, en el noreste del país.
La tendencia hacia la extinción se inició en 1975, cuando la tasa de fertilidad de Japón cayó por debajo de los dos hijos por mujer. Ahora es de apenas 1,35 hijos por mujer. El número de japoneses menores de 14 años, que ahora es de 16,6 millones, está disminuyendo a una velocidad de una persona cada 100 segundos.
Mientras tanto, la esperanza de vida en Japón ya es una de las más altas en el mundo (unos 80 años para los hombres y 86 para las mujeres) y sigue creciendo. Pese a todo, los japoneses reaccionan de una manera muy negativa ante cualquier propuesta de abrir el país a los inmigrantes con el objetivo de evitar la disminución de la población.