Mientras que los hombres siguen buscando variedad sexual por estar aburridos de su pareja o para mejorar su autoestima, las mujeres confiesan que necesitan satisfacción emocional y algo romántico en su vida más que cualquier otra cosa, y al no encontrarlo en su matrimonio buscan otras fuentes de consuelo. Por esta razón, las mujeres son mucho más propensas a enamorarse de sus amantes que los hombres infieles.
Sin embargo, las mujeres también son las que empiezan a sentir el deseo de tener relaciones extramaritales un poco antes que los hombres casados. Los hombres suelen esperar unos seis años después de casarse para buscar una amante y tienen alrededor de 42 años en ese momento, mientras que las mujeres lo hacen tras cinco años de matrimonio, con unos 37 años.
Las personas de ambos sexos que participaron en el estudio coinciden en que la monogamia es un estado poco natural para los seres humanos, a pesar de que el 76% de las mujeres y el 67% de los hombres afirman que siguen amando al mismo cónyuge al que están engañando y más del 80% de ambos sexos tienen la intención de permanecer casados.