En Tanzania cada año cientos de personas, en su mayoría mujeres de edad avanzada, son linchadas con palos y piedras por vecinos que, aterrorizados, piensan que estas son ‘hechiceras’.
"Entre 2005 y 2011, alrededor de 3.000 personas fueron linchadas", afirmó el Centro Jurídico y de Derechos Humanos (LHRC, por sus siglas en inglés) en un informe.
De acuerdo con el documento, anualmente 500 personas son asesinadas en Tanzania por ser sospechosas de practicar brujería, especialmente en provincias situadas en el norte del país.
Según la entidad, las creencias populares consideran el enrojecimiento de los ojos como una señal de brujería, aunque como señalan los especialistas, la irritación ocular se debe, en muchas ocasiones, a que muchas mujeres están obligadas a cocinar utilizando estiércol de vaca como combustible en comunidades empobrecidas.
El centro señaló también que muchos habitantes locales creen que la brujería está detrás de todas las desgracias del mundo, como la infertilidad, la pobreza, el hambre e incluso los terremotos.
Actualmente, la brujería no solo se practica en las zonas rurales del país, sino también en las ciudades, donde entre sus prácticas se incluye la de echar un maleficio a modo de venganza contra un adversario o enemigo.