Ha sido la octava peregrinación de este tipo. “Queremos paz y justicia. El mensaje que queremos transmitir a los jóvenes es que haya cero violencia, cero drogadicción y alejarlos de todas las actividades que les hacen daño”, sostuvo Iris Barrientos, una de las coordinadoras de la caminata. “Queremos un desarme, pero no solo de armas, sino moral, para que el ser humano se despoje de los sentimientos que lo llevan a utilizar un arma para asesinar a otra persona”, puntualizó.
Según la cifra oficial, la tasa anual de homicidios en 2011 fue de 86,5 personas por cada 100.000 habitantes, un 80% de ellos jóvenes, casi todos víctimas de armas de fuego.