Al menos cuatro focas han muerto victima de humanos en Hawái desde finales del año pasado.
Para salvar al resto y acabar con este equívoco, un grupo de científicos planea instalar videocámaras sumergibles sobre el lomo de las focas y seguir su modo de vida.
Los expertos del Servicio Nacional de Pesca Marina esperan poder captar las imágenes de cómo se alimentan esos mamíferos buceando hacia el fondo oceánico para cazar congrios y peces y no entre bancos de coral, como se cree erróneamente.
Es muy probable que el vídeo se pueda transmitir en programas de telerrealidad.
Este es el último intento divulgado para proteger a la reducida población, de tan solo 1.100 ejemplares en las aguas hawaianas, que podrían desaparecer completamente en el transcurso de 50 a 100 años.
El indígena hawaiano Walter Ritte, opina que el proyecto es insuficiente para cambiar las actitudes de la gente.
Según él, los ancianos deben compartir más activamente las leyendas culturales, que enseñan la manera correcta de pescar, cuidar el mar y manejar los recursos.
"Todo eso funcionó bien durante miles de años, y es la esencia de nuestra cultura", dijo Ritte. "Debemos mirar para atrás y recordar a la gente que vive aquí que esa es la esencia de lo que somos en el estado de Hawái. Y que va en una dirección totalmente opuesta a lo que está pasando con las focas".