El niño del bosque, oriundo de la localidad holandesa de Hengelo, fue encontrado el pasado 5 de septiembre en el Ayuntamiento Rojo de Berlín. Ese día el joven dijo que tenía 17 años y que llevaba un lustro viviendo en los bosques de Brandeburgo, primero con su padre, hasta su supuesta muerte en 2011, y luego en solitario.
Una mentira tras otra
El chico dio rienda suelta a su mentira, y le explicó a la policía en un inglés bastante rudimentario que desconocía su apellido y su lugar de nacimiento, y que había sobrevivido en los bosques del estado federado que rodea Berlín tan solo con ayuda de un mapa, una brújula y una tienda de campaña.
Van Helsum explicó a la Policía que su padre falleció en agosto de 2011 y que lo enterró en una región boscosa que no supo nombrar y que se encontraba a cinco días a pie al sur de Berlín.
Sin embargo, según explicó este viernes la Policía, Van Helsum llegó a finales de agosto a Berlín para pasar unas breves vacaciones, pero no regresó a su domicilio en Hengelo el 3 de septiembre, día previsto de su retorno. Poco después se le dio por desaparecido en su localidad.
La Policía alemana estudia la posibilidad de inculparlo por fraude de ayuda social, ya que el joven lleva nueve meses instalado en una vivienda tutelada, por lo que tendría que pagar unos 30.000 euros.