Si usted está demasiado borracho para encontrar el camino de vuelta a casa y hasta el piloto automático que lleva dentro ha dejado de funcionar, llame a la policía, confiese un asesinato y, si tiene suerte, espere un retorno gratis a casa en cuestión de minutos.
Eso es al menos lo que intentó hacer una mujer sueca de 50 años. Según su testimonio, ella estaba "demasiado borracha como para poder llegar a casa por sí sola", cuando, de repente, se le ocurrió la 'brillante' idea de llamar a la policía y decir que había asesinado a su vecino.
Una patrulla llegó al lugar en cuestión de minutos. Sin embargo, a los oficiales no les llevó mucho tiempo darse cuenta de que la 'asesina' sólo estaba tratando de llegar a casa. Lo primero que hicieron fue llevarla a un centro de desintoxicación.
La mujer se enfrenta ahora a la Justicia, ya que la policía le exige una multa de 1.700 coronas suecas, lo que equivale a unos 250 dólares. Los fiscales también exigen para ella una multa de 2.000 coronas como castigo adicional.