"Debido a su experiencia al servicio de la Iglesia, no solo en el ámbito romano sino también internacional, podrán ser útiles para intercambiar consideraciones y sugerencias que pueden contribuir a restablecer el deseado clima de serenidad y confianza en el servicio de la curia romana", detalló el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Además, para mejorar sus relaciones con los medios de comunicación, el Vaticano ha contratado a un periodista estadounidense de Fox News y miembro del Opus Dei, según una fuente de la institución. Greg Burke, de 52 años, oriundo de San Luis Missouri, ha estado trabajando para Fox durante 10 años y ahora se convertirá en "alto asesor de comunicación" de la Secretaría de Estado, el departamento clave de la burocracia vaticana.
Hace una semana durante una reunión con el cardenal español Julián Herranz, que preside la comisión cardenalicia creada para investigar la filtración de los documentos, el Papa solicitó que le informaran de manera más amplia sobre todos los detalles de las investigaciones.
Desde el pasado 24 de mayo, el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, se encuentra preso en una sala de máxima seguridad del Vaticano. Se le imputa haber robado documentos reservados de Benedicto XVI y filtrarlos a la prensa. El escándalo de filtración estalló a principios de este año, cuando una cadena italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EE. UU. y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado), el arzobispo Carlo María Viganó. En ellas denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.
El 19 de mayo se publicó el libro 'Sua Santità', de Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelaban tramas e intrigas del Estado. Cinco días más tarde fue detenido el mayordomo, en cuya vivienda dentro del Vaticano la Gendarmería vaticana encontró numerosos documentos reservados. Las sospechas se centraron en Gabriele, según fuentes vaticanas, al comprobar que el libro de Nuzzi incluía un documento enviado al Papa que todavía no había sido archivado, lo que daba a entender que fue extraído por personas muy cercanas al Pontífice.