Los científicos analizaron los datos de la encuesta internacional acerca de los valores morales ‘World and European Values Surveys’ que fue llevada a cabo en 67 países entre los años 1981 y 2007 con más de 143.000 participantes. Ellos compararon estos datos con la estadística, presentada por la ONU, acerca de la criminalidad en estos países que incluía diferentes tipos de delitos. El estudio abarcó todas las principales religiones mundiales.
Resultó que las personas que eran propensas a creer que ellas pudieran ir al inferno después de la muerte por sus pecados, observaban las leyes de una manera más cuidadosa, mientras que las que se acostumbraban a creer en un Dios bueno y clemente, eran menos honestas y se permitían cometer delitos con la esperanza de que el Creador les perdonara.
“Se ve una estable y clara relación entre la clemencia de Dios y los altos niveles del comportamiento poco ético”, dice Shariff. “Parece como si la benevolencia de Dios autorice a la gente a comportarse mal y sentir que ellos no serán castigados por ello o serán fácilmente perdonados”.
De tal modo los investigadores subrayan que el estudio sostiene la creencia común que el ´castigador supernatural ´ sirve como una fuerza disuasoria, que detiene a los individuos de cometer crímenes.
Los impulsores del estudio señalan que la investigación aborda importantes cuestiones del impacto potencial de las religiones en la criminalidad mundial.