Esta decisión es el primer precedente en el sistema judicial alemán en el que un rito religioso es declarado delito penal. Este veredicto tendrá influencia en primer lugar en la práctica médica, ya que estas operaciones serán equiparadas a lesiones corporales infligidas.
Esta sentencia del Tribunal de Colonia se emitió después de considerar las acusaciones contra un médico musulmán que realizó la circuncisión a un niño de cuatro años a petición de sus padres. Dos días después de la operación, el chico comenzó a sangrar y su madre lo llevó a un hospital. El caso llegó a conocimiento de la Fiscalía, que presentó una demanda contra el médico. El tribunal del distrito reconoció que la operación había sido legal, pero la Fiscalía presentó una apelación al Tribunal Regional y ganó el proceso.
A principios de este mes, un ritual judío posterior a la circuncisión, durante el cual el sacerdote succiona la sangre del pene del recién nacido, causó la muerte por herpes a dos niños e infectó a otros 11 en Estados Unidos. "La succión oral de una herida abierta presenta un riesgo de transmisión del HSV-1 [el virus del herpes] y otros patógenos a un recién nacido y no es segura", señaló un informe del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.