Antes de llegar a tal conclusión Christian Rudder, matemático de carrera, llevó a cabo un análisis estadístico de más de un millón de encuestas personales e interacciones posteriores de la gente en el recurso que estaba íntegramente a su disposición. Asegura que esa cuestión es el presagio más relevante del sexo en la primera cita sin importar la edad, el género y las preferencias sexuales del interlocutor.
El investigador no ofrece ninguna explicación definitiva sobre la lógica de la correlación, pero los que optan por una cerveza entre las bebidas son un 60% más propensos a contestar de forma positiva al desafío: “¿Consideraría acostarse con alguien en la primera cita?”.
Para predecir la compatibilidad interpersonal y la relación duradera resultan de poca relevancia las cuestiones sobre la actitud respecto a la religión, el sexo y el tabaco, dice Rudder, la respuesta está en tres preguntas aparentemente abstractas: ¿Le apetece dejar todo a un lado y zarpar en un velero? ¿Le gustan las películas de horror? ¿Ha viajado en alguna ocasión sólo al extranjero?