'Válvula de escape': cada vez más mujeres sauditas se visten como hombres

Cada vez más mujeres sauditas se visten como hombres. Desafiando a las autoridades que intenta impedirlo, algunas lo hacen por su orientación sexual pero la mayoría busca huir de la discriminación que sufren.
En el reino de Arabia Saudita, donde se practica una versión rigorista del islam, las mujeres tienen prohibido trabajar, casarse o acceder a los servicios médicos sin autorización de un familiar masculino. Además, no tienen permiso para conducir un coche y ocuparse de muchas otras actividades consideradas básicas en el mundo occidental. 
Ante el incremento de mujeres jóvenes con apariencia varonil en las universidades y escuelas, la policía religiosa saudí ha ordenado en los últimos meses prohibir su ingreso en centros de estudios hasta que "rectifiquen su conducta".

Una supervisora de una facultad femenina asegura que comenzó a percibir un aumento del número de mujeres que visten como hombres en los últimos años. Destacó que suelen reunirse cerca de los aseos.

La supervisora no muestra indulgencia en los casos de acoso y explica que suelen aplicarse sanciones severas, que pueden llegar a la expulsión si la estudiante se sobrepasa con otras compañeras.

Para muchas, vestirse y actuar de manera masculina es un acto de rebeldía en una sociedad en la que las mujeres no tienen libertad. "Desde pequeña he sentido un deseo persistente de comportarme como un varón, ya que me cortaba el cabello muy corto y me gusta vestir como lo hacen los hombres, sin tener en cuenta las críticas de la sociedad", apunta Nouf, una estudiante, en una entrevista con EFE. También afirma que no es lesbiana y desea contraer matrimonio con un hombre.
Aunque ella lo hace como un acto de rebeldía, algunas de sus amigas lesbianas visten también de forma masculina y huyen de las restricciones sociales reuniéndose en sus casas, pero se afirma que no son muchas. "Pese a que hay muchas chicas lesbianas que van ataviadas como hombres a la universidad, su porcentaje no supera una cuarta parte", explica una estudiante universitaria saudita, identificada como Semah. No obstante, reconoció que hay alumnas que intentan hacerse crecer el bigote y la barba rasurándose la cara y dijo haber escuchado que se celebran bodas en secreto entre mujeres, aunque nunca ha asistido a ninguna.
Los medios de comunicación saudíes apenas mencionan el fenómeno en cuestión que genera una preocupación creciente de las autoridades de Arabia Saudita.